EL CRISTALAZO
El país y la ciudad; talentos y mediocridad
Inmersos todos en los dichos y los proyectos del PRI en los prolegómenos de su asamblea decisiva, no ponemos a veces la atención debida al otro proceso en marcha, el de la renovación de la capital del país, cuya condición centralizadora y concurrente de todos los quehaceres nacionales, le debería dar una mayor dimensión en el interés público.
Quizá por una obviedad: en esta ciudad sabemos cuál tendencia ganará el gobierno y casi todo lo demás. Morena amenaza romper el monopolio político del PRD, con lo cual prolongaría el dominio de la izquierda en el país. El mismo mole en diferente plato. Aquí el PRI (inexistente) no tiene ninguna oportunidad y el PAN (presencia menor); tampoco. Ni con José Luis Luege ni con ninguno otro de los suyos, como se verá más adelante.
Pero los fenómenos de la ciudad son tan cercanos como para a veces no darnos cuenta de sus dimensiones.
En ese sentido vale mucho la pena analizar las palabras de Ricardo Monreal, jefe delegacional en Cuauhtémoc, tanto las publicadas ayer en CRóNICA, como las dichas en una conversación con esta columna.
“No estoy obsesionado, pero estoy capacitado.”
Monreal ha escrito un libro como presentación de su pre-candidatura. Es una especie de “tesis profesional”, previa al examen en la urna, al ,menos la interior de Morena. Es una evidencia de sus conocimientos y proyectos.
—¿En qué se basó para escribir Proyecto 2.5?
—El libro está basado en siete grandes ejes: Seguridad Pública; Movilidad; Desarrollo con equidad; Sustentabilidad; Competitividad: Gobierno eficiente y Justicia. Todo en conjunto es un libro que no está politizado, sin renunciar a los gobiernos de izquierda no te vas a la extrema. La gente lo está leyendo pero lo mejor es que están opinando, ésta no es una propuesta acabada, es un planteamiento que intenta enriquecerse.
—¿Es necesario un cambio para la ciudad?
—Claro, yo veo que tiene graves problemas y no va a ser fácil; la Ciudad de México merece un cambio. Es necesario, no hay que plantarse.
—¿Qué cualidades debe tener el futuro jefe de Gobierno para sacar adelante a la capital del país?
—El próximo jefe de Gobierno tendrá que tener experiencia en el ejercicio de gobierno y tendrá que tener mucha capacidad de diálogo. Deberá poder constituir y construir gobiernos incluyentes, no gobiernos hectáreos ni monopartidistas. Tienes que llamar a todos para tener la mejor ciudad.
—¿Se ve como jefe de Gobierno en el 2018?
—El plazo fatal para la selección de quien representará a la ciudad es en septiembre. Se decidirá en una encuesta universal, se consulta a población abierta. Estamos a semanas de que se levante. Todas las encuestas, sin excepción, me colocan a la cabeza, he visto tres encuestas de tres medios diferentes. No se equivocan, todas coinciden y en tres semanas esto no va a cambiar.
—¿Es Ricardo Monreal la mejor opción para dirigir la Ciudad de México?
—He demostrado la capacidad. No tengo problemas con nadie, me reúno con el PRI, con el PAN y con el PRD. Gobernar una ciudad como ésta requiere no sólo mucha capacidad de diálogo sino de sentarte, platicar y construir juntos condiciones para la ciudad.
Pero hay otros aspirantes. Uno de ellos, panista con lengua de priísta (tan arcaico como Don Perpetuo del Rosal, aquel personaje de Rius), es Jorge Romero, el coordinador de los panistas en la ALCDMX.
Nadie sabe a dónde puede llegar con este discurso de lambiscón profesional. Si no se tienen ideas, se exhibe docilidad ante los superiores. Vea usted:
“…Ningún sentido tendría buscar una posición política por el sólo hecho de alcanzarla, si no tenemos en mente que el objetivo último es trabajar y servir desde ahí a la población.
“Por ello, hoy de la mano de nuestro presidente nacional, Ricardo Anaya (qué bonito) y de nuestro presidente regional, Mauricio Tabe (más bonito, como niños exploradores de la manita) en el PAN nos hemos propuesto construir una plataforma electoral, de gobierno y legislativa, encaminada a mejorar las políticas públicas de una manera incluyente e innovadora (¿habrá quien diseñe una política no “encaminada a lograr, etc…?).
“Para crear nuestra plataforma política 2018, realizaremos foros con organizaciones de la sociedad civil, académicos, ciudadanos y personajes de otros partidos; pues tenemos puesta la mira en presentar el mejor proyecto para los habitantes de la ciudad.
“Los presidentes delegacionales de nuestro partido tienen la encomienda de llevar a cabo mil asambleas vecinales (con una más llegarían a las mil y una noches, puro cuento), a través de las cuales recabaremos la información veraz de lo que falta hacer en cada zona de la ciudad.
“Mucho se ha hablado de la coalición electoral que buscamos construir. Efectivamente es un tema que debemos analizar en el mediano plazo; sin embargo, la conformación de estas alianzas deberemos tejerla de forma fina, pues de lo que se trata es de buscar bienes superiores para la población; no tener una lucha de cuotas que sólo implicaría distorsionar el verdadero fin de tener espacios en el gobierno”.
Pero si este papasal no fuera suficiente, lea usted la siguiente memez:
“…Las coaliciones entre fuerzas políticas sólo tienen sentido siempre y cuando busquen empoderar a la ciudadanía…”
Como dijo el paleontólogo, ¡No, mamut!