El debut de Lewis Hamilton con Ferrari no fue exitoso y uno de los principales culpables fue el equipo.
Adaptarse al monoplaza rojo formaba parte del proceso, sin embargo, el británico arrastró todas sus dudas y quejas hasta la última carrera del calendario sin que nadie le diera una solución real, y en consecuencia se quedó sin podios por primera vez en 16 años en la Fórmula Uno.
“No culpo siempre a Hamilton ni digo que haya cometido algún error. No. Diría que gran parte de la responsabilidad también recae en el equipo. Después de 24 carreras, simplemente no puede ser que todavía no hayan entendido cómo conduce este piloto, o al menos no puedan darle un coche que funcione constantemente para él.
Todo lo dicho es cierto: el cambio de cultura, el idioma, la comida, los procesos, lo que sea. En el coche, un conductor es como una máquina, le explicas cómo funciona, y él se aísla, lo consigue y conduce. El verdadero problema surge cuando hay un coche que simplemente no puede conducir. Eso es lo que me deja un poco perdido”, mencionó Luigi Mazzola, ex ingeniero de Michael Schumacher en la escudería de Maranello.
En el garaje, el 7 veces campeón de la Máxima Categoría también tuvo que acoplarse a su ingeniero de carrera Riccardo Adami con quien no pudo conectar como sucedía en Mercedes con Peter Bonnington.
“Ni siquiera culpo a su ingeniero de carreras, quien estaba bajo estricta vigilancia. Porque no sé cuánta libertad tiene realmente para decidir qué hacer con el coche”, sentenció.





