Mónica Herrera
Durante estas semanas, el espíritu festivo suele pasarle factura a la salud, con un aumento de enfermedades gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico, el síndrome de intestino irritable y las infecciones intestinales.
La gastroenteróloga Ana Luisa Desales Iturbe explica que estos padecimientos suelen presentarse con mayor frecuencia en diciembre debido a los banquetes y brindis.
“Generalmente estas enfermedades se dan por el consumo excesivo de alimentos en estas épocas navideñas. También por el consumo de alcohol, e incluso podrían asociarse al ritmo de vida o al estrés”, señala.
La especialista en obesidad y nutrición menciona que, aunque la gastronomía de estas fechas es irresistible, ciertos alimentos pueden provocar problemas digestivos, sobre todo, cuando se consumen en grandes cantidades o combinados entre sí.
“El alcohol, el tabaco, y los alimentos copiosos como la cochinita, el pavo, los espaguetis con crema, las costillitas barbecue o los guisos con muchos irritantes y picantes pueden generar molestias”, explica.
“No hay que consumir alcohol en exceso: en mujeres, máximo 2 copas al día; en hombres, entre 3 y 4. Tampoco conviene comer en porciones abundantes”.
El resultado de no hacer lo anterior puede ser una combinación de acidez, reflujo, náuseas, inflamación, gases o diarrea.
“El reflujo gastroesofágico puede provocar sensación de ardor en la boca del estómago, mientras que el síndrome de intestino irritable se manifiesta con dolor abdominal, diarrea o estreñimiento”, añade Desales Iturbe.
Además de los excesos, el estrés emocional es otro factor importante. Durante el cierre de año, los compromisos sociales y la presión económica pueden afectar los hábitos de alimentación y descanso.
“Cuando una persona se estresa, no come bien o no come a sus horas, puede tener ayunos prolongados, lo cual afecta directamente al sistema digestivo. También pueden presentarse alteraciones como ansiedad o depresión, que agravan el síndrome de intestino irritable o el reflujo”, explica la especialista.
Para prevenir malestares, la también endoscopista recomienda mantener una rutina equilibrada, comer con moderación y cuidar los horarios de las comidas (si se va a cenar fuerte, hay que esperar de 2 a 3 horas antes de dormir).
Finalmente, la también neurogastroenteróloga recuerda que disfrutar las fiestas no tiene que ser sinónimo de excesos.
“Coman saludable, no hagan ayunos prolongados, incluyan tres comidas y dos colaciones al día. Si van a cenar, háganlo con moderación, y no olviden controlar el consumo de alcohol y tabaco. El equilibrio también forma parte del bienestar en esta temporada”, recomienda.





