El sistema comercial global, que está finalizando uno de sus años más transformadores, se encamina hacia otro que enfrenta mayores desafíos.
Si el 2025 fue el año de los aranceles, el 2026 será el de las consecuencias arancelarias, sentenció John McCown, veterano de la industria naviera en una nota de investigación.
En las últimas semanas, otros expertos han afirmado que anticipan más turbulencias comerciales para el próximo año, con estos cuatro temas entre los más debatidos:
Revisión del T-MEC
EU, Canadá y México están a punto de empezar a revisar el Tratado que entró en vigor en el 2020. Las negociaciones llevarán a los tres países a un nuevo terreno, dada la novedad de la disposición que permite una actualización luego de sólo seis años.
Y esto prepara el terreno para una difícil ronda de negociaciones para los principales socios comerciales de EU, cuyas industrias están pasando apuros ante los aranceles de la Administración Trump a las importaciones.
Navegación difícil
Para los portacontenedores y otros buques de carga del comercio mundial, el 2026 podría traer dos sorpresas que parecen bienvenidas, pero que en realidad podrían obstaculizar las cadenas de suministro globales, según expertos como Lars Jensen, director ejecutivo de la consultora Vespucci Maritime.
El primer cambio sería el regreso de la flota mundial de carga al Mar Rojo, en lugar de la ruta más larga alrededor del sur de África, a la que los buques han tenido que recurrir durante los últimos dos años tras los ataques de milicias hutíes.
Según Jensen, el segundo golpe podría estar impulsado más por la demanda, pues si la economía de EU se acelera en el 2026, la reposición de inventario podría saturar la capacidad de la industria naviera.
Acuerdos inestables
En la lista de logros de la Casa Blanca para el 2025, destacan los acuerdos comerciales con varias economías importantes, la mayoría de las cuales cedieron a las exigencias de Trump, desde promesas de inversión hasta un mejor acceso al mercado para las exportaciones de EU.
A cambio de ello, sus productos se vieron afectados por un arancel inferior al que habrían recibido si hubieran tomado represalias.
Pero estos no son acuerdos comerciales tradicionales y vinculantes con disposiciones de cumplimiento y letra pequeña que detalla las reglas, lo cual ha generado preocupación por la posibilidad de que los pactos se deshagan.
El fallo de la Corte
Entre las mayores incógnitas de cara al 2026 está el fallo pendiente de la Corte Suprema de EU sobre la legalidad de los aranceles recíprocos que Trump impuso a la mayoría de sus principales socios comerciales.
Si Trump pierde el caso, una de las preguntas más importantes será si el Gobierno tendrá que reembolsar el dinero que los importadores estadounidenses pagaron en aranceles.
