La reducción de la tasa de referencia del Banco de México (Banxico) casi no se ha visto reflejada en un menor costo de las tarjetas de crédito, préstamos de nómina y de autos para los usuarios.
La tasa de referencia es el porcentaje de interés que el banco central establece como el costo al que presta dinero a los bancos comerciales, por lo que, en teoría, si la baja, los préstamos de estos a sus clientes se deberían hacer más baratos para estimular el consumo y la economía.
Banxico inició su ciclo de recortes a la tasa de interés de referencia en marzo de 2024, cuando la disminuyó a 11 por ciento, y la ha ido reduciendo escalonadamente hasta llegar al nivel actual de 7.25 por ciento.
Pese a la magnitud del recorte en la tasa de referencia, el precio de los créditos bancarios para los usuarios, que son las tasas de interés, ha disminuido, pero muy marginalmente, muestran datos del propio instituto central.
Por ejemplo, cuando Banxico ya había iniciado con el descenso de tasas, el CAT promedio ponderado por saldo de las tarjetas de crédito, considerando a clientes no totaleros, era de 51.98 por ciento para el sistema en abril de 2024; más de un año después, para junio de 2025, el CAT se ubicó en 52.44 por ciento.
Los créditos de nómina tenían una tasa de interés promedio ponderada por saldo de 27.19 por ciento en abril de 2024, y para junio de este año se ubicó en 27.12 por ciento, de acuerdo con datos de Banxico.
El crédito automotriz es otro ejemplo de la baja marginal, pues en abril de 2024 la tasa de interés promedio ponderada por saldo para todo el sistema, considerando créditos de hasta 500 mil pesos, estaba en 14.45 por ciento, y para junio de este año se ubicó en 14.24 por ciento.
Sólo los créditos personales reflejan una baja de costo más considerable, pues la tasa de interés promedio ponderada por saldo para el sistema, tomando en cuenta préstamos de hasta un millón de pesos, estaba en 43.64 por ciento y pasó a 40.56 por ciento para junio de este año.
Guillermina Rodríguez, directora de Estudios Económicos Banamex, explicó que generalmente las tasas de interés de los créditos al consumo no reaccionan de manera inmediata a los recortes de Banxico, por lo que va a llevar más tiempo para que se empiecen a ver los efectos de menores tasas para los usuarios, aunque las de los créditos hipotecarios ya están hoy en niveles más bajos.
“Hay un rezago, no es inmediato. Los instrumentos financieros siempre se adelantan a lo que creen que va a hacer Banxico y las tasas de los bancos siempre se tardan más, cuando es a la baja, pues también se tardan un poco más, sobre todo si hay suficiente demanda por este tipo de créditos.
“Por otro lado, está el que hay más riesgo sobre la economía mexicana del bajo crecimiento económico, la posibilidad de caer en recesión, y este mayor riesgo se ve reflejado en esas mayores tasas de interés”, consideró Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base.
La Asociación de Bancos de México (ABM) dijo que, aunque los créditos con tasas fijas tardan hasta nueve meses en ver reducido su costo, sí han bajado los precios y aseguró que los financiamientos con tasas variables lo han hecho casi al mismo ritmo de Banxico.
“Las tasas, dependiendo del producto, sí se están moviendo en la velocidad en que en Banxico las mueve; hay muchos créditos que están pactados en tasas variables y esas se mueven de inmediato.
