Ozzy Osbourne ignoró las advertencias médicas que le decían que subir al escenario podía costarle la vida y decidió ofrecer su concierto de despedida en Villa Park, Birmingham, apenas tres semanas antes de morir. En una entrevista con Piers Morgan Uncensored, Sharon Osbourne recordó los últimos días del vocalista de Black Sabbath, quien falleció el 22 de julio a los 75 años por un fallo cardíaco en su casa de Buckinghamshire.
Sharon relató que, al llegar a Inglaterra, un nuevo equipo médico fue directo al punto: si Ozzy realizaba el concierto, no sobreviviría. Aun con neumonía recurrente, una lesión de espalda agravada desde su accidente en cuatrimoto de 2003 y la lucha silenciosa contra el Parkinson, él eligió despedirse de su público.
“Le administraban antibióticos muy fuertes dos veces al día. No podía recuperarse”, comentó Sharon, quien afirmó que su única meta era agradecer a sus seguidores.
El espectáculo Back to the Beginning, frente a más de 42 mil asistentes, marcó el adiós definitivo al músico en su ciudad natal. Tras aquel encuentro, Ozzy vivió dos semanas de profunda felicidad, sorprendido por el cariño recibido. “Fue más feliz de lo que lo habíamos visto en siete años”, dijo Sharon.





