Por mucha pretemporada que sea, un clásico es un clásico, y el primer asalto se lo llevo un Barça que fue mejor que el Real Madrid (2-3) y que no acusó sus problemas extradeportivos con el lío de Neymar de fondo.
Solo habían pasado seis minutos, y los de Valverde ya llevaban dos goles. Sobre el campo había un equipo con intensidad, agresivo y con hambre, y otro pasota, fallón y con las piernas pesadas. El resultado fue un golazo de Messi, que quebró a la defensa blanca para hacer el primero, y un disparo de Rakitic tras una buena jugada que se convirtió en el segundo. Costaba reconocer al actual campeón de Europa, pese a que salía con casi todos sus titulares. El tercero estaba más cerca del segundo, y casi llega en un par de acciones de Suárez y Rakitic. No fue así y el Madrid, por fin, despertó con una gran jugada de Kovacic que, de disparo cruzado, hizo el primero. El tanto espabiló a los blancos y el partido se convirtió en un correcalles en el que las ocasiones se sucedían en ambas porterías. El más acertado fue Asensio, que empató en un veloz contragolpe de su equipo. Tras el descanso, el ritmo bajó, y el carrusel de ocasiones de la primera parte no se repitió. Fue en un error de la zaga blanca, desastrosa en el partido disputado en Miami, cuando llegó el gol definitivo, obra de un Piqué que solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red después de una falta lateral. Los constantes cambios frenaron el ritmo, y el Madrid solo apretó en los instantes finales, con un buen Isco que tuvo dos buenas ocasiones pero que se encontró con un gran Cillessen. El resultado no se movió, el primer asalto de la guerra que espera entre ambos esta temporada se lo llevó el Barça.
POR: 20 MINUTOS