De cara a la próxima COP de cambio climático, es preocupante y sorpresivo que el Informe de Síntesis de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), publicado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), presenta el siguiente panorama: ningún objetivo global de reducción de emisiones se está cumpliendo.
Y según el informe, las NDC actuales conducirían a un aumento de la temperatura media global de entre 2,5 °C y 2,9 °C para finales de siglo, muy por encima del límite de 1,5 °C acordado en París en 2015.
Por ello, todas las exigencias de los ambientalistas en distintas partes del mundo, van en el sentido de apremiar y actuar urgentemente por parte de los gobiernos y las empresas, además de los juicios que han demandado a los gobiernos por su omisión.
Dicho Informe además concluye lo siguiente: que, incluso si los planes climáticos nacionales actuales se implementaran plenamente, las emisiones se reducirían menos de un tercio de lo necesario para evitar un cambio climático peligroso de aquí a 2035.
Se prevé una bajada del 19–24% respecto a los niveles de 2019, muy lejos del 60% requerido para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C, tal y como establece el Acuerdo de París.
Además, hoy en día, el mundo enfrenta un déficit financiero alarmante para la ‘adaptación climática’ a pesar del evidente aumento de las temperaturas globales y de los eventos extremos cada vez más devastadores, alertó recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Y en un nuevo informe sobre el tema, el PNUMA advirtió de una brecha de financiamiento de al menos 310.000 millones de dólares anuales para las medidas de adaptación en los países en desarrollo a partir de 2035
Y mientras el reloj climático avanza, y sin un salto financiero inmediato, la adaptación global corre el riesgo de quedarse muy por detrás de lo que hace falta, sostiene el informe.
Pero detengámonos un momento, ¿en verdad qué es lo que estamos pensando que sucederá con el cambio climático? Lo creemos, pero no hacemos caso de cambiar hábitos para disminuir las emisiones y además, creemos que los impactos actuales como las inundaciones en varias partes, son circunstanciales y que pasarán muchos años para que vuelva a suceder. Acaso, vamos a actuar ya cuando se produzca el colapso, lo cual sería muy tardío, pues en un periodo corto, no se podrá revertir los impactos negativos y fulminantes. Lo que hemos visto, más allá de las estadísticas, es que los impactos del cambio climático van apareciendo poco a poco, pero se van acumulando, mayor calentamiento, inundaciones, incendios, derretimiento de los glaciares, islas de calor, acidificación de los corales y así otros más.
Recordemos que el Acuerdo de París que data del 2015, y que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, marcó un hito al fijar un objetivo de limitación del aumento de las temperaturas a niveles por debajo de 2 ºC, poniendo énfasis al esfuerzo de limitar dicho aumento a 1,5 ºC., lo cual no se ha logrado.
Por ello, se ha señalado que, el cambio climático impactará negativamente el PIB global, pudiendo reducirlo hasta un 24% para 2100 si no se toman medidas. Las causas principales son los daños a la agricultura por eventos extremos, el aumento de los costos de recuperación tras desastres, la pérdida de productividad laboral por olas de calor y el impacto en industrias como la pesca debido a la acidificación de los océanos.
Y por lo que ve a México, se estima que; En cuanto a la agricultura, como resultado de los cambios tanto en temperatura como en precipitación, se prevé un bajo rendimiento en cultivos como: maíz, caña de azúcar, sorgo, trigo, arroz, soya (5-20% próximas décadas y 80% para finales de siglo). A finales del siglo, estados como Jalisco, Estado de México, Nayarit, Morelos, Michoacán, Guerrero y Colima, podrían perder entre 30 y 40% de sus rendimientos de producción de maíz de temporal.
Y, nuestros océanos también han experimentado diversos cambios, al aumentar su temperatura global, registrándose una elevación del nivel medio global del mar en 19 cm de 1901 a 2010. Y en el país, se idntifican las zonas que presentan más riesgos, las cuales sonlas llanuras costeras del Golfo de México, del Pacífico y la Península de Yucatán.
Y por otra parte, el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha provocado la acidificación de los océanos. En las costas del Pacífico se ha registrado una disminución del pH en 0.5, lo que puede tener graves consecuencias en las tasas de calcificación y crecimiento de corales, así como en toda la red trófica marina.
Finalmente se espera un aumento en las enfermedades respiratorias ocasionadas por la mala calidad del aire, así como en la transmitidas por vectores como son el dengue, malaria, zika y chikungunya.
Asimismo, los efectos del cambio climático ya son bastante tangibles en el territorio nacional, pues en los últimos 50 años, las temperaturas promedio en el país han aumentado aproximadamente 0.85°C por arriba de la normal climatológica, lo que corresponde con el incremento global reportado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Las temperaturas mínimas y máximas presentan una tendencia hacia un incremento de noches cálidas y una disminución de noches frías en todo el país, y se espera que entre 2015 y 2039 el promedio de la temperatura anual en el país haya aumentado 1.5°C y 2°C en el norte del territorio.
Por todo ello, el aumento de la temperatura promedio en 1° C podría reducir el crecimiento del PIB per cápita nacional entre 0.77% y 1.76%. Y de igual manera se espera que entre el 2015 y 2039 podría disminuir la precipitación anual entre un 10 y 20% aumentando las sequías intensas y prolongadas principalmente en el norte del país.
En este sentido se puede decir que el cambio climático generará cada vez mayores consecuencias sobre los seres humanos, principalmente en las zonas donde la pobreza sea más aguda y exista un alto riesgo de enfrentar fenómenos climáticos extremos, como son las sequías prolongadas o las lluvias torrenciales. Y que las condiciones socioeconómicas como la pobreza y las desigualdades, la fragilidad de los ecosistemas naturales y las características geográficas y climáticas de nuestro país, hacen que México sea sumamente vulnerable al cambio climático.
Pero vuelvo a insistir, creo que además de mayor responsabilidad y recursos económicos se requiere de VOLUNTAD, para cada día enfrentar el cambio climático, desde nuestra casa, oficina, negocio, calle o escuela. O de plano, esperar con resignación que venga el colapso. Los cambios de una no son suficientes hasta que muchos mas los van implementando, y la suma de todos es lo que contribuye al cambio. O sea que no se trata de una sola acción, sino de muchas y en forma continua.







