COLUMNA INVITADA
El que siembra odio, cosecha odio
El 20 de julio se cumplieron seis meses de que Donald Trump asumió la Presidencia del país más poderoso del mundo.
Seis meses llenos de controversia y de intentos por implementar su política de odio, no sólo en contra de México, sino hacia el mundo entero.
Hace unos meses surgió el rumor de que en los puntos de entrada a Estados Unidos serían revisados teléfonos y que las personas que tuvieran memes o información en contra del presidente Trump, serían deportadas, muchos pensamos que era parte de las muestras de desprecio hacia el propio Trump en redes sociales. Sin embargo hoy lo absurdo se ha convertido en realidad.
A partir del pasado 19 de julio, entraron en vigor las nuevas disposiciones en materia de seguridad para quienes ingresen a los Estados Unidos con aparatos electrónicos con mayor tamaño a un celular, como tabletas o computadoras, los cuales serán motivo de revisión.
Estas nuevas reglas se implementaron al amparo de la seguridad nacional y el combate al terrorismo, sin embargo, no es comprensible que sea implementado hacia visitantes de países como México o Colombia, lo cual no es más que una muestra más del odio y desprecio que siente Trump hacia México y Latinoamérica.
Habrá que ver en qué consisten las revisiones a las que serán sometidos estos aparatos, que contienen datos personales e información privada, porque una supervisión más allá de cuestiones que realmente representen un peligro estrictamente, sería una violación a los derechos humanos.
Estas medidas son tan sólo una prueba más de la política exterior errónea del Gobierno de Donald Trump quien, a seis meses de gobierno, únicamente ha venido de tropiezo en tropiezo.
Una prueba de esto es la reciente renuncia de su secretario de prensa, Sean Spicer, con la que ya suman cinco, considerando las de Mike Dubke, director de Comunicaciones, Michael Flynn, asesor de Seguridad Nacional, Katie Walsh, subjefa de Gabinete y el fiscal general, Jeff Sessions.
Tantas decisiones erróneas lo han llevado a tener tan sólo 36% de aprobación, el más bajo de los últimos 10 presidentes de dicha nación durante sus primeros seis meses de mandato, por lo que el sembrador de odio seguirá cosechando odio.