Los banqueros centrales de México están divididos sobre si la inflación se desacelerará gradualmente hacia el objetivo o si nuevos riesgos ponen en peligro dicha trayectoria, según las minutas de su última decisión publicadas este jueves.
El Banco de México redujo la tasa de interés clave en un cuarto de punto porcentual, a 7.5%, el 25 de septiembre y mantuvo la puerta abierta a recortes adicionales, extendiendo un ciclo de flexibilización que comenzó hace un año y medio.
El banco ha flexibilizado su política monetaria en medio de un lento crecimiento económico y la incertidumbre sobre la política comercial del Presidente estadounidense Donald Trump.
La mayoría de los miembros de la junta directiva del banco central, compuesta por cinco personas, observaron que la inflación subyacente se ha mantenido estable en los últimos meses, mientras que una disminución de la inflación no subyacente ha ayudado a reducir la tasa general.
