El Nobel de Economía ha reconocido este lunes al estadounidense Joel Mokyr, el francés Philippe Aghion y el canadiense Peter Howitt por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación.
Sus investigaciones han ayudado a comprender tendencias actuales y cómo tratar problemas importantes, mostrando que no se puede dar por garantizado el crecimiento continuo y que es necesario actuar contra las posibles amenazas, destacó la Real Academia de las Ciencias sueca.
Mokyr usó fuentes históricas para revelar por qué el crecimiento económico se convirtió en la nueva norma en los últimos dos siglos; Aghion y Howitt desarrollaron un modelo matemático explicando la denominada destrucción creativa, por lo que los productos nuevos y mejores reemplazan a los anteriores.
La Academia enfatizó en su motivación del premio que durante la mayor parte de la historia de la humanidad los estándares de vida no cambiaban demasiado de una generación a otra, a pesar de importantes descubrimientos esporádicos.
La Revolución Industrial supuso un vuelco fundamental, que impulsó un ciclo interminable de innovación y progreso e hizo posible un crecimiento sostenido y notablemente estable.
La importancia del conocimiento útil
A través de sus estudios sobre historia económica, Mokyr demostró que es necesario un flujo continuo de conocimiento útil, que tiene dos partes: el conocimiento proposicional, que muestra por qué algo funciona; y el prescriptivo, las instrucciones prácticas que describen lo necesario para que algo funcione.
Antes de la Revolución Industrial, las innovaciones se basaban en este último, la gente sabía que algo funcionaba pero no por qué, mientras el conocimiento proposicional, en matemáticas o en filosofía natural, se desarrollaba sin referencia al anterior.
La revolución científica propiciada por la Ilustración en los siglos XVI y XVII mejoró progresivamente la retroalimentación entre ambos tipos de conocimiento y la acumulación de conocimiento útil que podría usarse para producir bienes y servicios, con la máquina de vapor como ejemplo paradigmático.
Que el crecimiento sostenido ocurriese primero en Gran Bretaña obedece al gran número de artesanos e ingenieros cualificados, que supieron transformar las ideas en productos comerciales, sostiene Mokyr.
La Ilustración trajo consigo un aumento de la aceptación del cambio, un factor clave para el crecimiento, resalta el economista estadounidense.
Aghion y Howitt comprendieron que la destrucción creativa está en el centro del proceso de crecimiento continuo: una compañía con una idea para un producto mejor o medios de producción más eficientes pasa a liderar el mercado, pero cuando eso ocurre, se crea un incentivo para que otras mejoren ese producto o el método de producción.
En un modelo presentado en un artículo de 1992, mostraron que esa destrucción genera además conflictos que deben ser gestionados de manera constructiva, ya que de lo contrario las empresas ya establecidas y grupos de interés bloquearán las innovaciones para no verse perjudicados.
Su teoría se puede usar para analizar, por ejemplo, si hay un volumen óptimo de investigación y desarrollo o si hay interferencias políticas en el mercado.







