El actor Charlie Sheen admitió que todavía experimenta “escalofríos de vergüenza” por su vida pasada de excesos y adicciones, aunque asegura haber hecho las paces con casi todas sus facetas de su turbulento pasado.
En una entrevista con People, Sheen, de 59 años, explicó cómo logró mantenerse sobrio desde 2017, motivado principalmente por sus cuatro hijos: Sami (21) y Lola (20) con Denise Richards, y los gemelos Max y Bob (16) con Brooke Mueller.
“El perdón sigue evolucionando. Todavía siento lo que llamo ‘escalofríos de vergüenza’. Son los momentos que me impactan, recuerdos, decisiones y consecuencias atroces.
“Cada vez son más frecuentes, así que supongo que eso es progreso. Lo interesante de enmendar los errores es que la mayoría de la gente ha dicho: ‘Oye, sí, somos buenos, pero esperamos que también te hayas perdonado a ti mismo’”, señaló.
El actor de Two and a Half Men recordó sus años de excesos y fiestas salvajes, marcados por drogas, alcohol y escándalos públicos, incluyendo conflictos legales y su polémico divorcio con Denise Richards.
Admitió haber pagado más de 50 mil dólares por servicios de acompañantes contratadas por la polémica “Hollywood Madam”, Heidi Fleiss, y haber tenido incidentes en hoteles mientras consumía estupefacientes como el crack.
“En mis fiestas, siempre decía: ‘Deja tu juicio en la puerta. Nada de dolor en la habitación. Y nadie puede morir’. Esas eran buenas reglas”, recordó.
El protagonista de Loca Academia de Pilotos explicó que gran parte de sus excesos se debió al miedo de que la fama y el dinero fueran temporales.
“Siempre hubo esa voz de la duda, de que era solo cuestión de tiempo antes de que todo desapareciera, así que disfrútalo con todo el corazón que puedas”, indicó.








