El reloj apenas marcaba las 7:30 de la mañana y las puertas de las escuelas en Querétaro ya se llenaban de abrazos, fotografías y también algunas lágrimas. Entre la rutina retomada y la expectativa de lo nuevo, madres, padres e hijos dieron la bienvenida al ciclo escolar 2025-2026, que en la entidad recibió a 356 mil estudiantes y 15 mil docentes en dos mil 114 planteles, según informó la Unidad de Servicios para la Educación Básica del estado (USEBEQ).
En el preescolar Francisco Gabilondo Soler, en la colonia Villas de Guadalupe, el ambiente fue de fiesta y ternura. Un cartel de “Bienvenidos” adornaba la entrada, mientras maestras sonrientes recibían uno a uno a los pequeños. Afuera, decenas de familias inmortalizaban el momento con fotos. Para algunos, la emoción superó al nervio; para otros, la despedida dolió más de lo esperado.
Fue el caso de Ana Karina Buitrón, madre de Renata Mora, quien vivió la primer experiencia de llevar a su pequeña al colegio, pues ingresó a primer año de kínder. “Mi hija realmente estaba muy emocionada, como es hija única, buscaba ya tener más contacto con niños, jugar; ella es muy sociable (…) entró muy confiada, entró muy segura”, compartió. Confesó, sin embargo, que tanto ella como su esposo no pudieron contener las lágrimas al verla cruzar por primera vez el umbral de la escuela: “Es nuestra primera hija y ella no había estado previamente en guardería, pero estamos confiados y contentos de esta nueva etapa”.
Mientras tanto, en el municipio de San Juan del Río, en el colegio particular Yocippa, la historia fue distinta pero igual de significativa. Ahí, Juan Luis Trejo, de 13 años, cruzaba el portón verde de su escuela para comenzar su segundo año de secundaria en un grupo de apenas 15 alumnos, quienes conforman un total de 60 estudiantes en su nivel educativo. Su madre, Karen Ocampo, explicó que optaron por esa institución hace unos ayeres porque “nos gusta que estén un poquito más vigilados, que estén con más atención (…) y también que no nos queda tan retirado de la casa”.
La rutina ya estaba marcada desde la noche anterior: botella con agua de limón lista, uniforme ajustado y con un poco de melón picado para el lunch. “Todavía no se va a dormir. Está con el ‘gusanito’ del día de mañana. Dice que tal vez ni duerma tan tranquilo como todos estos días, pero pues creo que ya le hace falta convivir con jovencitos de su edad, ya que todas las vacaciones, como no cuenta con primos más o menos a su edad, sí le hace falta convivir no solo con adultos, sino también con compañeritos”, relató Karen.
En su caso, el regreso también significó ajustes económicos y de organización. Optaron por reutilizar libretas, lápices de color y uniformes, alargar la vida de la mochila y preparar un lunch sencillo con lo disponible en el refrigerador. “Creo que eso también es importante, que no pierdas mucho tiempo”, dijo Karen Ocampo, consciente de que para ella también implicaba volver a levantarse antes que todos, preparar el almuerzo y estar al pendiente de las tareas.
Si bien Juan Luis es un alumno destacado por sus buenas calificaciones y familiarizado con su escuela, su mamá cree que podría aprender mejor a usar las nuevas tecnologías en el aula. “No llevan computación. Me comentaba la maestra que ya los niños están tan empapados de tanta tecnología, que sienten que ya están con tecnología los fines de semana, por las tardes o así; entonces, ellos prefieren no manejar computación para que los niños no estén también en la escuela con lo mismo; pero yo sí siento que es necesario (…) vamos a buscar también unas clases adicionales por las tardes, por lo menos dos días a la semana, para que también esté con las pilas en este proceso”, comentó.
El arranque del ciclo escolar en Querétaro se vivió con normalidad y sin incidencias, de acuerdo con la directora de Servicios para la Educación Básica, Irene Quintanar Mejía. “Estamos muy contentos, es un primero de septiembre donde hemos planeado mucho para iniciar este ciclo escolar (…) Hemos iniciado, hasta este momento, sin ninguna incidencia, en nuestras dos mil 114 escuelas”, señaló.
Así, entre mochilas ajustadas, lágrimas discretas y sonrisas amplias, la primera jornada del ciclo escolar dejó claro que el regreso a clases en Querétaro no solo es una fecha en el calendario, sino un mosaico de emociones compartidas por miles de familias.
