Dalia Gutiérrez
¿Dónde queda la línea entre lo humano y lo digital? ¿Qué pasa con el cuerpo intervenido por las máquinas? ¿Se puede escapar de la tecnología en la sociedad actual? En su primer poemario Desconexión (Funámbulo Editores), el poeta Ismael Cedeño explora la poesía cibernética, las emociones humanas en un mundo digital, la comunión del cuerpo con la máquina y los costos de los avances tecnológicos para el planeta.
“Es un libro de poesía que explora, con toques de ciencia ficción, temas relacionados con la tecnología en nuestro cuerpo”, señala en entrevista Cedeño, ecuatoriano radicado en Monterrey desde hace tres años.
“Habla de cómo la tecnología está tan conectada con nosotros, que es parte de nosotros, parte de nuestro cuerpo, como si fuera una extensión de este mismo”.
Sus textos evocan los pensamientos de la filósofa estadounidense Donna Haraway en su Manifiesto Cyborg (1984), donde propone la figura del “cyborg” —una mezcla de humano, máquina y animal— como metáfora para repensar la identidad y cuestionar las divisiones tradicionales y construcciones sociales.
Para Cedeño fue inevitable reflexionar sobre su relación, y la de tantas personas, con internet. Así, traza su poemario como el diario de un cíborg que reflexiona de manera existencial, muestra su lado contemplativo y explora pensamientos abstractos.
“En la mitad del libro, en esa narrativa hay esa desconexión —que es el título del poemario—, donde el cíborg, digamos, se queda sin electricidad, se apaga.
Y este robot que vive junto a él sobrevive a esa desconexión”, detalla el autor.
“Hay unos poemas que son con la voz de la máquina hablándole al cíborg y, la idea del final del libro, es resaltar que dentro de este cuerpo siempre hay una parte orgánica, que va más relacionada con la naturaleza, a sentimientos más viscerales, al amor”.
La última sección del libro reúne los poemas más “orgánicos” del cíborg, para explorar la importancia del balance entre la tecnología y lo natural.
En un mundo donde la línea entre lo digital y lo humano se vuelve cada vez más difusa, el autor busca resaltar el valor de lo “real” que habita dentro de cada persona.
“Como yo me dedico a la sustentabilidad, traigo mucho el tema de lo ecológico”, indica Cedeño, ingeniero en desarrollo sustentable.
“No hay que olvidarnos de nuestra parte orgánica, no hay que descuidar que seguimos siendo un animal más en el bioma, parte de la biodiversidad de todos los animales y plantas que están en la Tierra”.
Cedeño reflexiona también sobre el reto cada vez más grande de lograr una desconexión del mundo digital. ¿Existe alguna puerta de salida?
