58 días ha durado el alto el fuego en la Franja de Gaza. Apenas dos meses de relativa calma para los gazatíes, que esta madrugada han vuelto a convivir con las bombas y el horror de la guerra. Israel ha roto este martes la tregua alcanzada el pasado 19 de enero con Hamás y ha lanzado una intensa campaña de bombardeos contra el enclave palestino, que ha dejado numerosos muertos y heridos. Según las autoridades de Hamás, son más de 400 las víctimas mortales, la mayoría mujeres y niños, y los heridos superan el medio millar, aunque todavía hay muchos desaparecidos entre los escombros.
El gobierno de Benjamin Netanyahu justifica la reanudación de los ataques ante la “reiterada negativa” de Hamás a liberar a los rehenes que siguen en su poder y por su rechazo a aceptar el plan de Estados Unidos para extender la primera fase de la tregua, que permitía a Israel mantener tropas en el corredor Filadelfia y otros puntos estratégicos de la Franja, en lugar de pasar a la segunda fase, como estaba pactado inicialmente.
“En las últimas dos semanas habíamos llegado a un punto muerto donde no había fuego ni liberación de nuestros rehenes, e Israel no podía aceptarlo. Si hubiéramos seguido esperando, la situación habría permanecido inmóvil. Mientras no abriéramos fuego, no pasaría nada”, ha expresado el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar.
El gobierno hebreo ha advertido, además, de que intensificará los ataques si no se produce la liberación de los secuestrados y ha emitido varias órdenes de evacuación en distintas zonas de Gaza dirigidas a la población civil. En ese sentido, el titular de Defensa, Israel Katz, ha amenazado con atacar “con una fuerza no vista hasta ahora” si Hamás no devuelve a los cerca de 60 rehenes que mantiene retenidos. “Se abrirán las puertas del infierno en Gaza”, ha dicho, emulando palabras del presidente estadounidense, Donald Trump, que utilizó la misma expresión para reclamar su puesta en libertad. La Casa Blanca ha confirmado que había sido informada previamente de la ruptura de la tregua y había dado luz verde a Israel para lanzar la operación militar, bautizada como ‘Fuerza y Espada’.
Hamás, por su parte, ha acusado a Netanyahu de romper la tregua unilateralmente y ha subrayado que los ataques israelís ponen en peligro a los rehenes.
“Netanyahu y su gobierno extremista están tomando la decisión de revocar el acuerdo de alto el fuego, exponiendo a los prisioneros en Gaza a un destino incierto”, ha señalado la milicia islamista, que también ha acusado a EEUU de ser responsable de los bombardeos al tener conocimiento previo: “Confirma su complicidad directa en esta guerra de exterminio y su responsabilidad en las masacres de mujeres y niños en Gaza, y expone la falsedad de su compromiso de calmar la situación”.
Durante los bombardeos de esta madrugada, que se han concentrado en el norte de la Franja y el área de Khan Younis, han fallecido el jefe del gobierno de Gaza, Isam al Dalis, y el responsable de Interior, Mahmud Abú Uatfa, según ha confirmado la propia Hamás. También han muerto otros dos altos funcionarios de la organización, como eran el director general del servicio de seguridad interna, Bahjat abú Sultán, y el vicesecretario de Justicia, Ahmed al Hata.
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Los ataques de esta madrugada han dejado los hospitales de la Franja al borde del colapso y numerosas escenas de destrucción. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha tachado de “inadmisible” el ataque israelí y ha llamado a “restablecer el alto el fuego de inmediato”. En la misma línea se ha expresado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien ha dicho estar “conmocionado por los bombardeos” y por la muerte de civiles.
La Liga Árabe también ha condenado la “reanudación de la masacre en Gaza” y Turquía ha sido aún más enérgica al denunciar la “política genocida de Netanyahu” por lanzar un ataque que ha tildado de “masacre”. Rusia y China han sido otros países críticos con Israel, igual que el gobierno español, que en boca del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha considerado que “no es la vía para la paz ni para la seguridad de los pueblos de Oriente Medio”. Albares ha dicho “no tener palabras” para “describir la situación en Gaza”.