La Presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo ayer martes que la entrega de 29 narcotraficantes al Gobierno de Estados Unidos fue legal.
Durante la conferencia mañanera, la Mandataria aseguró que el traslado de los capos fue sustentado en la Ley de Seguridad Nacional debido a que representaban una amenaza para la seguridad interna del país.
“Es muy claro por qué apelar a la Ley de Seguridad Nacional, que establece muy claramente qué significa atentar contra la seguridad nacional de México.
“Fue legal, esto es para el pueblo de México, fue legal, fue por un tema de seguridad nacional y hay un Consejo que, también por seguridad, toma decisiones para proteger la seguridad nacional del País”, expresó.
Sheinbaum dio lectura al artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional, en el que se establece que son consideradas amenazas los actos tendentes a consumar espionaje, sabotaje, terrorismo, rebelión, traición a la patria, así como los que impidan a las autoridades actuar contra la delincuencia organizada.
En tanto, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, afirmó que la entrega de los criminales estuvo legalmente fundada en la legislación mexicana y, se ejecutó, tras determinar que la solicitud del Gobierno de Estados Unidos estaba sustentada.
“Cuando hay un problema de seguridad nacional y hay una solicitud debidamente motivada y fundada, por un Gobierno extranjero, se tiene que dar de inmediato una respuesta del Consejo de Seguridad Nacional, donde se puede tomar la decisión precisa que se tomó en este caso”, señaló.
El pasado 27 de febrero, sin proceso de extradición de por medio y bajo la presión de aplicación de aranceles del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas, el Gobierno de México ofrendó a Donald Trump un grupo de 29 narcotraficantes que eran requeridos por la justicia estadounidense, incluido Rafael Caro Quintero, quien durante cuatro décadas fue reclamado por el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
En la entrega inédita de los capos también estuvieron los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, alias “Z-40” y “Z-42”, líderes de Los Zetas, al margen de los procesos de extradición que cada uno de ellos enfrentaba.
Además de Los Zetas, otros cabecillas pertenecen a grupos como el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste (anteriormente Los Zetas), La Nueva Familia Michoacana y el Cártel del Golfo, que recientemente fueron designados como organizaciones terroristas por la Administración de Donald Trump.