Se afirma que antes de que pase la semana que falta para que venza el plazo fijado por el Presidente de Estados Unidos Donald Trump para imponer aranceles a México, vendrá Marco Rubio, Secretario de Estado, para entrevistarse con la Presidenta Claudia Sheinbaum.
De excepcional relevancia la visita, pues la política exterior del inquilino de la Casa Blanca en lo que a México se refiere, no separa los temas comerciales de los de seguridad, lo cual da otro significado que Rubio esté a favor de la colaboración en seguridad, no de incursiones armadas.
Fuentes de seguridad estadunidenses dicen que, además de colaboración estrecha para combatir a los cárteles, quieren el arresto de sus cómplices, políticos y empresarios. Si para preservar “la revolución de las conciencias” hubiera detenciones, siempre podrán parafrasear a Enrique IV: “París bien vale una misa”. ¡Ah, la imaginación!
Como antes, disciplinan al sindicalismo
Imparable, avanza en el Congreso de la Unión la iniciativa de reformas a la ley del Infonavit que hará del Instituto un constructor con los recursos de los trabajadores, sin que haya siquiera un ¡ay! en el sindicalismo.
Que los reclamos provengan de los empresarios prueba que, como en los años dorados del corporativismo construido por el Presidente Lázaro Cárdenas el siglo pasado, el Partido Oficial logró, digamos, “deslumbrar” a los dirigentes sindicales, hasta a los de la CTM.
Quizá calcularon que si asumen el control del sindicalismo nacional podrán equilibrar haber aceptado en 2020 que las centrales estadunidenses tuvieran injerencia en las elecciones sindicales de sectores estratégicos. Y forman una suerte de corporativismo nacionalista. ¿Qué tal?
“Rápido y Furioso”, hechos y leyendas
Hay quienes, con línea o sin ella, intentan desviar la atención de la obvia preocupación por las tácticas rudas de Washington, como la carta de Ismael “Mayo” Zambada, sin pudor alguno culpan al calderonismo por la expansión de la presencia e influencia regional del crimen organizado.
Si, como dicen, el expresidente Felipe Calderón autorizo a la ATF estadunidense la “Operación Rápido y Furioso” en México, erró, él tan desconfiado, al confiar en quienes se la recomendaron; pero es burda leyenda que por eso se expandieron los cárteles.
La ATF, para rastrear a los cárteles, envió ilegalmente a México dos mil 20 armas, de las cuales un año después se recuperaron 389 en Estados Unidos y 276 en México, o sea que los delincuentes se quedaron con 1,355. La torpeza de la leyenda prueba lo cierto de que “lo que Salamanca no da, Salamanca no presta”.
NOTAS EN REMOLINO
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