Un juez federal dictó el segundo auto de formal prisión al narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén, ahora por ser presuntamente responsable de la ejecución de 6 personas en Tamaulipas y Veracruz.
Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Materia Penal de Jalisco, determinó que la Fiscalía General de la República ofreció los indicios suficientes para iniciarle un juicio al capo por el delito de homicidio calificado.
A través de un exhorto, el fallo fue notificado esta tarde a “El mata amigos” en el Penal del Altiplano, donde se encuentra recluido desde el pasado 16 de diciembre, cuando fue deportado de Estados Unidos a México.
Este es el segundo proceso penal que se le inicia desde su regreso al país, ya que ayer le notificaron un primer auto de formal prisión por delincuencia organizada, en la hipótesis de delitos contra la salud.
En esta causa penal se atribuyen a Cárdenas Guillén los asesinatos de Guadalupe y Juan Rosendo Vázquez Guzmán, hermanos de Francisco Vázquez Guzmán, testigo protegido con nombre clave “Rufino”, registrados el 4 de julio de 2002 en Matamoros, Tamaulipas.
También lo acusan de la ejecución de Trinidad del Carmen Ramos Ovando y las hermanas Gabriela, Karina y Romana Antonio Ramos –estas últimas menores de edad–, el 21 de enero del 2002 en Coatzacoalcos, Veracruz.
Este expediente se basa en buena medida en las declaraciones de los testigos protegidos “Rafael” y “Rufino”, este último precisamente uno los deudos.
Francisco Vázquez Guzmán o “Rufino” fue detenido el 12 de enero en las Lomas de Chapultepec, de esta capital. Hasta entonces, había sido el ayudante más cercano de Cárdenas Guillén, pues hacía desde la limpieza en sus casas de seguridad hasta la compra de despensa para el capo y su escolta.
En su momento, fue uno de los testigos protegidos más importantes para la entonces PGR, porque gracias a la información que aportó fueron detenidos 10 miembros del Cártel del Golfo en menos de 48 horas.
Uno de ellos fue Rubén Sauceda Rivera “El Cacahuate”, el operador financiero que controlaba la nómina del cártel, la compra de inmuebles y poseía al momento de su detención más de 4 millones de dólares.
El crimen de los familiares de Vázquez Guzmán ocurrió precisamente medio año después de que rindiera sus primeras declaraciones como colaborador de la autoridad.
Sobre la masacre de Coatzacoalcos, Tania del Carmen Ramos tenía 38 años al momento de morir, mientras que sus hijas Gabriela 20; Karina, 16; y Romana, 13.
Según información ministerial, al momento de su deportación, Osiel tenía 4 órdenes de aprehensión y 7 procesos pendientes en México. A la fecha, ya le ejecutaron dos de los mandamientos de captura que se han convertido en procesos.
La FGR ya ha estado llevado a cabo los trámites para reanudarle todos los procesos que dejó pendientes y en los que hasta ahora no ha sido sentenciado.
Los que están por reanudarse son casos de delincuencia organizada en la modalidad de cometer lavado de dinero; delitos contra la salud; lavado; acopio, portación y posesión de armas de fuego y de cartuchos; y posesión de cartuchos, todos de uso exclusivo del Ejército y cohecho.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana dijo la semana pasada que, en caso de ser condenado a la pena máxima en todos sus procesos penales, el capo podría alcanzar hasta 730 años de prisión.