La inflación anual de México se desaceleró ligeramente menos de lo esperado a principios de diciembre debido a que los precios de los servicios siguieron presionados, lo que respalda la postura cautelosa del banco central a medida que extiende los recortes de las tasas de interés.
Los datos oficiales publicados este lunes mostraron que los precios al consumidor aumentaron un 4.44 por ciento en las dos primeras semanas de diciembre respecto al año anterior, justo por encima de la estimación mediana del 4.4 por ciento de los economistas encuestados por Bloomberg y por debajo de la lectura del 4.55 por ciento de finales de noviembre.
La inflación de servicios fue el principal factor en el periodo, según mostraron los datos.
La inflación subyacente, que es vigilada de cerca por el banco central y excluye artículos volátiles como alimentos y combustibles, se aceleró al 3.62 por ciento, justo por encima de la mediana estimada del 3.59 por ciento.
El banco central, que celebrará su próxima reunión de decisión sobre tasas el 6 de febrero, apunta a una inflación del 3 por ciento, más o menos 1 punto porcentual.
“Es un dato positivo que confirma que la moderación del crecimiento económico y el efecto de las altas tasas están poniendo un límite a las presiones inflacionarias”, dijo Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics.
“Dicho esto, la presión se mantiene en el nivel central, especialmente en los servicios, lo que invita a la prudencia y respalda la cautelosa decisión de Banxico en la última reunión”.
Banxico, como se conoce al banco central, redujo los costos de endeudamiento en un cuarto de punto a 10 por ciento en una decisión unánime la semana pasada, con la inflación subyacente nuevamente en el rango objetivo y la segunda economía más grande de América Latina perdiendo impulso.
Las autoridades dijeron que esperan que el entorno inflacionario permita mayores reducciones.
“En vista de los avances en materia de desinflación, en algunas reuniones se podrían considerar mayores ajustes a la baja, aunque manteniendo una postura restrictiva”, escribieron en un comunicado que acompaña a la decisión.
El directorio de Banxico señaló los riesgos para esa evaluación. Los posibles cambios en la política comercial bajo el Presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles del 25 por ciento a todos los bienes importados de México, plantean riesgos tanto para el crecimiento como para los pronósticos de precios al consumidor.
“La caída de la inflación mexicana en la primera quincena de diciembre, al 4.4 por ciento interanual, le da a Banxico espacio para continuar flexibilizando la política monetaria”, escribió Kimberley Sperrfechter, economista de mercados emergentes de Capital Economics, en una nota después de la publicación de los datos.
“Pero esperamos que Banxico continúe recortando en pasos de 25 puntos básicos, en lugar de acelerar el ritmo de flexibilización”.
En su declaración posterior a la decisión, el banco aumentó las previsiones de precios al consumo a partir del segundo trimestre de 2025. Ahora prevé que la inflación convergerá al objetivo del 3% en el tercer trimestre de 2026 desde el cuarto trimestre de 2025 anterior.
A finales de noviembre, Banxico revisó su estimación del PIB para 2024 al 1.8%, pero mantuvo la previsión para 2025 en el 1.2%, lo que implica un cuarto año de desaceleración del crecimiento.