Santiago Diez, artista y gestor cultural, está a punto de estrenar su nuevo proyecto llamado “EL DON”, su primer Art toy original, y el cual representa un paso significado no solo para él, sino para la consolidación de Querétaro como un referente en el mundo de los juguetes de diseño.
Sociólogo de formación, pero artista por convicción, Santiago Diez es uno de los creadores urbanos más reconocidos de Querétaro gracias a su particular y colorido estilo -fácil de identificar y apreciar en más de una calle del estilo-, además de su impulso a jóvenes que se adentran en el mundo del arte.
Dentro de su nutrida trayectoria, ha ilustrado libros y portadas, realizado exposiciones –sobresaliendo la realizada en Francia-, grafitis y ferias de ello, vendido cuadros en distintos puntos de la República y algunos en el extranjero, además de impulsar a jóvenes artistas. “Ahorita se me concibe más como ‘gestor cultural’, tengo mis dudas de lo que significa, pero sí hago eventos, sí desarrollo mucha gente, apoyo muchos artistas. Aquí viene gente y yo dono mucho material, en Menchaca, en Las Américas, a los grafiteros”, señala.
Dentro de su gráfica hay mucha caricatura y color sólido, es imposible no notar la influencia de clásicos como He-Man y Star Wars; la cultura pop está en su arte de la mano de las plastas sólidas, pero va más allá.
Una de sus principales directrices es la colaboración e impulso de la cultura y el arte; es compartir, intercambiar ideas, dialogar y “robarse” un poco del otro. En general, defiende que hay que entender que el arte es un proceso de vida y no hay que quedarse en la fantasía de querer ser famoso.
Menciona que los Art toys se han convertido en un movimiento clave del arte contemporáneo, al unir prácticas tradicionales de creación de juguetes, con la visión estética de artistas plásticos. Estas piezas coleccionables trascienden lo lúdico para convertirse en manifestaciones artísticas, que abordan temas sociales y estilos visuales únicos.
Sobre la disciplina, menciona que “para mí el Art toy representa la posibilidad de volver a ser niños, de encontrar un disfrute estético en objetos vinculados al juguete, volver al estado como jugamos cuando éramos niños y disfrutamos a través de ello. Además de eso, en muchos casos, como el mío, nos influyen hasta el día de hoy, seamos o no coleccionistas”.
“EL DON” es una pieza que trasciende la gráfica unidimensional de DIEZart para convertirse en un personaje tridimensional, cargado de significado. Inspirado en un hombre azul con cabeza triangular ascendente, recurrente en la obra del artista, este personaje simboliza la sublimación creativa y el poder del arte como transformación. El diseño comenzó hace más de cinco años mediante la técnica de cartonería, evolucionando en 2025 al modelado digital, para crear un prototipo con articulaciones en cuello y brazos, además de cabezas intercambiables. Estas características lo diferencian de una escultura convencional.
Diez menciona que “el lograr mi primer Art toy representa un logro importante, dado que desde que inicié con las figuras de cartonería, hace ya unos 7 años, buscaba la posibilidad de producir un juguete, era una de mis grandes metas, por lo que con el uso de las tecnologías ahora disponibles se vuelve algo viable. Me interesa también lograr una ruta crítica para que cualquier artista creativo queretano, pueda llevar desde su gráfica hasta la consecución de un juguete, una escultura en la perspectiva que ellos lo deseen”.
El proyecto contempla dos versiones de “EL DON”. La primera, elaborada en resina, no contará con articulaciones y buscará evocar los “juguetes piñateros” mexicanos tradicionales, que se venden en los tianguis a bajo costo. La segunda, producida en vinil suave, incluirá articulaciones y cabezas intercambiables, además de variantes especiales, como la popular versión “Glow in the Dark”. Esta edición limitada y numerada está pensada para coleccionistas y entusiastas del arte.
El juguete final se podrá adquirir en las primeras semanas del próximo año, y aunque el costo aún está por definirse, se tiene la perspectiva de que la figura de vinil suave tenga un costo de los mil 500 pesos, la figura sin articulaciones de resina alrededor de los 500 pesos.