Cecilia Gabriela Velázquez
En la Sesión Ordinaria de Consejo Académico de diciembre de 2024, se presentó y aprobó el Plan Institucional de Desarrollo (PIDE) 2024-2027 de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con el cual se busca establecer una ruta para consolidar a la Máxima Casa de Estudios del estado como una institución de referencia tanto regional y nacional, como internacional.
Sandra Olimpia Mendoza Díaz, catedrática e investigadora de la UAQ, detalló que para la elaboración del PIDE, se consideraron tendencias globales que incluyen el aprendizaje personalizado y adaptativo, la inteligencia artificial y análisis de datos, el aprendizaje híbrido y remoto, el desarrollo de habilidades socioemocionales, y la dotación para la sostenibilidad. Estas tendencias, explicó, sirven como marco de referencia para abordar la problemática de la deserción escolar, mejorar la calidad educativa, alinear la oferta educativa con el mercado laboral y gestionar el financiamiento. Asimismo, aseguró que el Plan está proyectado en el presente de la UAQ y trabajará con visión hacia el 2027 para posicionar a la universidad como un actor clave en la transformación educativa y en una “gestión educativa ejemplar, fundamentada en calidad, equidad y pertinencia”. Dijo que, a través del PIDE, se reafirma el compromiso de “mantener un entorno seguro, libre de violencia y con igualdad de oportunidades para el desarrollo de cada integrante de nuestra comunidad”.
La académica dio a conocer que el plan cuenta con un modelo de gestión dividido en cuatro órdenes estratégicos, dentro de los cuales se incluyen 14 líneas programáticas, 35 proyectos, 163 acciones estratégicas con 166 indicadores de resultados y un mapa estratégico.
Los órdenes estratégicos abordan distintos ejes: el primero, los procesos sustantivos, que se refieren a una estrecha relación entre academia y comunidad docente respecto al acontecer para ser agentes de cambio; el eje segundo, los adjetivos, que abordan la transformación social a través de valores; el tercero, los procesos regulatorios, que constan en modificar la legislación universitaria para adecuarla a las demandas de los tiempos actuales; y el cuarto eje, denominado transversal, está relacionado con proyectos integradores en la UAQ.
Para Mendoza Díaz, el PIDE representa un camino que será exitoso, siempre y cuando cada integrante de la comunidad universitaria se sume. “La transformación que se propone no puede ser alcanzada de manera aislada. Será el resultado del esfuerzo conjunto de estudiantes, docentes, personal administrativo, directivos y egresados”, concluyó.
Tras su aprobación, el PIDE se socializará a partir de enero 2025 con cada facultad o unidad académica de la UAQ para que todo el alumnado y profesorado lo conozca y se comience a trabajar en conjunto.