Marcelo Ebrard, secretario de Economía, dejó en claro que los aranceles que pretende imponer el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a productos mexicanos serían un “tiro en el pie” para las empresas estadounidenses.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, Ebrard Casaubón destacó que dichos aranceles, de 25 por ciento a partir del 20 de enero, provocarían la pérdida de unos 400 mil empleos en la Unión Americana.
“El impacto de esta medida principal es en contra del consumidor en Estados Unidos y de las empresas de ese país, las tres más grandes empresas de la industria automotriz norteamericana, por eso decimos es un tiro en el pie”, aseveró.
“Al final, estos impuestos van a afectar al consumidor en Estados Unidos, pero también a las empresas y se perderían alrededor de 400 mil empleos en Estados Unidos. ¿De dónde sacamos la cifra? Se perderían esos empleos y eso lo consulté con las diferentes empresas”, afirmó
El funcionario expuso que la medida del próximo Gobierno de EU, que iniciará el 20 de enero, afectaría principalmente a grandes empresas automotrices estadounidenses en en México, como Ford, General Motors y Stellantis.
“Cuando dice el presidente (Trump) ‘voy a ponerle a México 25 por ciento porque exporta demasiado a Estados Unidos’, lo que está diciendo es que vamos a ponerles un impuesto a las empresas norteamericanas más importantes del mundo”, enfatizó.
“Es un impuesto que afecta, primordialmente, a este complejo industrial tecnológico, cuyos principales exponentes son estos tres grupos de los propios Estados Unidos, o sea, es un tiro en el pie”, consideró.
Como ejemplo, Ebrard Casaubón destacó que el 88 por ciento que se venden en Estados Unidos provienen de México, y lo que ocasionarían los aranceles del 25 por ciento sería en l incremento en el precio de estas unidades de tres mil dólares por unidad en el mercado estadounidense.
Adelantó que la propuesta de México al equipo de transición de Trump será fortalecer la “estabilidad regional”, la “prosperidad compartida” con empleos bien remunerados e inversión en infraestructura, e impulsar la “competitividad global” al optimizar las cadenas de suministro en Norteamérica.
“Entonces en la mesa hay dos alternativas, nos podemos fragmentar y dividir con acusaciones y tarifas (aranceles), podemos hacer eso si queremos, porque nos ponen una tarifa y nosotros ponemos otra, y Canadá pone otra, va a ser una división de nunca acabar, o construimos juntos una región fuerte y competitiva”, argumentó.
El secretario de Economía aseveró que ha recibido el respaldo de compañías de las ramas aeronáutica, agropecuaria y financiera.