Licenciada María Michelle Villanueva Moreno
Directora de Igualdad de Género y No Discriminación UAQ
La responsabilidad de las instituciones para eliminar la violencia contra las mujeres, implica trabajo transversal que no se limita a la atención integral de las víctimas y a la sanción de quienes ejercen violencia, se requiere de estructuras institucionales que sostengan el diseño, seguimiento y evaluación de políticas públicas e institucionales que detengan las violencias y disminuyan su impacto. Estas estructuras se propusieron desde la 4ta Conferencia Mundial de la mujer celebrada en Beijing en 1995, descritas en la Plataforma de Acción como Mecanismos de Adelanto para las Mujeres.
El mecanismo implica al menos 5 elementos: 1) Instalación de dependencias gubernamentales que diseñen, impulsen y evalúen las políticas públicas para las mujeres, 2) legislación local armonizada a los marcos internacionales en la materia, 3) programas gubernamentales de trabajo para el avance de las mujeres, 4) órganos colegiados que dinamicen los programas y den seguimiento a su cumplimento y 5) presupuesto para la operación de los 4 elementos anteriores.
A 29 años de Beijing hay avances importantes en el país, actualmente se cuenta con la instalación del Instituto Nacional de las Mujeres y sus homólogos en los Estados y Municipios; sin embargo, la función de diseño, impulso y evaluación de las políticas públicas e institucionales, ha sido, en el mejor de los casos supeditada a la urgente necesidad de atención a las mujeres víctimas de violencia de género, debido entre otras cosas, a la falta de capacidad o capacitación de las demás instancias gubernamentales facultadas para la atención integral de víctimas, mientras que en otros, realizan actividades asistencialistas o de recreación dirigidas a las mujeres, las que, por falta de metodología con perspectiva de género, perpetuán los estereotipos de género, manteniendo a las mujeres en posiciones de subordinación que naturaliza la violencia, o como hemos visto en las ciudades industrializadas se enfocan en capacitación gratuita a sectores empresariales que bien podrían pagar por la formación.
En los municipios la situación, es en muchos casos deplorable, en el caso de Querétaro contamos con instancias de las mujeres (IMM) en los 18 municipios, sin embargo, desde su creación, la mayoría se encuentran conformados por una persona y sin presupuesto propio, imposibilitando el cumplimiento de sus funciones. Quienes estamos al pendiente de estos mecanismos, esperamos que las nuevas administraciones municipales cumplan los compromisos hechos en campaña con las mujeres y brinden estructura y presupuesto, materializada en IMM con al menos 3 coordinaciones 1) Institucionalización de la perspectiva de género, 2) Atención a las mujeres víctimas de violencia de género 3) Capacitación a funcionariado municipal y población en general. En cuanto al presupuesto, en un ejercicio realizado en 2022 con las 18 titulares se calculó que, con al menos 60 millones anuales destinados para las 18 instancias, podrían sostener sus programas de trabajo y comenzar el proceso de consolidación, en términos reales este presupuesto representa solo el 0.67% del total de transferencias a los municipios realizados para el periodo de 2024, de acuerdo al decreto de presupuestos de egresos del estado de Querétaro.
Es momento de pasar del discurso al hecho, lo que requiere de institucionalización de acciones, traducidas en estructura y presupuesto, sin esos mínimos el discurso es vació y la realidad no se modificará para las mas de 848,600 mujeres del Estado que han vivido alguna vez una situación de violencia a lo largo de su vida, de acuerdo a las cifras ENDIREH 2021.