El presidente municipal de Querétaro, Felipe Fernando Macías Olvera, reveló que hubo cambios en la Dirección de Inspección en Comercio y Espectáculos, dándose de baja a Julio Ángel Rodríguez Cevallos, como titular.
Lo anterior, tras haber sido señalado como presunto socio de Mr. Barbas, comercio que se ha visto involucrado en el ataque armado contra tres personas, el pasado 7 de noviembre, en una de sus bodegas de Centro Sur.
“El director de inspección se separó de su cargo porque se detectó conflicto de interés al tener licencias de funcionamiento activas. Y ningún director de inspección puede ser juez y parte. Ese es un evidente conflicto de interés. Es por eso que se le dio de baja. Se detectó hasta ahora porque hasta el 30 de noviembre está la obligación de todos los funcionarios de este gobierno de presentar su declaración 5 de 5, entre ellas conflicto de interés
En relación con las suspensiones de comercios que se han hecho en los últimos días, el secretario Técnico de la Secretaría de Gobierno, Juan Carlos Arreguín Baltazar, puntualizó que, al día de hoy, se han clausurado cinco negocios. Estos son Bukra, Adiós Amor; y los mencionados Sala de Despecho, El Mesón del Mariachi y El Guayabo.
Por otro lado, varios establecimientos han expresado su determinación de cerrar sus puertas de manera voluntaria, por considerar que no existe un ambiente seguro en Querétaro. Negocios como Fauno, Noble Bunny y Coyote House, publicaron en sus redes sociales el siguiente mensaje, pidiendo a las autoridades implementar medidas efectivas que garanticen la tranquilidad y seguridad.
“Lamentamos profundamente los recientes eventos ocurridos en Querétaro, los cuales nos llenan de consternación y preocupación. En solidaridad y con el fin de priorizar la seguridad de nuestros colaboradores y clientes, hemos tomado la difícil decisión de cerrar temporalmente nuestro establecimiento hasta que se garantice un ambiente seguro en la ciudad”.
Al respecto, Felipe Fernando Macías argumentó que, aunque cierren, se les haría la revisión correspondiente en el momento en que tomen la decisión de reactivar sus labores.
“Ningún lugar va a ser exento de supervisión. Si bien es un lugar que está cerrado, no se puede entrar evidentemente; pero, en el momento en el que los propietarios de estos lugares decidan volver a abrir, en ese momento se les hará la inspección y se checará que toda la normatividad esté como debe ser”, finalizó.