- Hoy tratará Claudia Sheinbaum caso queretano
- Iban sicarios por La Flaca, operador del CJNG
- Replantear el programa de la Feria Ganadera
- Relevo en la Guardia Nacional, llega Oropeza
En llamas.
Así estamos después de los acontecimientos que sacudieron a la antes tranquila sociedad queretana, consternada por la masacre del sábado en Los Cantaritos.
Y es que, en nuestros tiempos, íbamos a los ahora llamados antros y sabíamos a qué hora más o menos regresaríamos a casa.
Ya no.
Que añoramos la ciudad de antes, dicen.
Y sí.
El sábado varios jóvenes acudieron a divertirse a un antro en la Avenida Circunvalación -esa que dividía al nuevo y el viejo Querétaro- y algunos encontraron la muerte.
Coincidieron, sin saberlo, con un presunto operador del llamado cártel de las cuatro letras, buscado por un cártel rival que en menos de un minuto abrió las puertas del infierno.
Diez muertos y 13 heridos dictó el reporte oficial.
Iban por “La Flaca”, operador del CJNG en la plaza, supimos luego. Los muchachos acribillados -siete hombres y tres mujeres- ni se enteraron.
Entrados en el baño de sangre, políticos de oposición y sus operadores (inmorales todos) divulgaron informes falsos sobre supuestos ataques en otros sitios de la capital. Sicosis era el juego.
El suceso más dramático de que se tenga memoria en el Querétaro contemporáneo, marcará a esta y varias generaciones.
Con “La Flaca” el presunto delincuente buscado por sus rivales más que por las autoridades, murieron muchos inocentes.
Hasta dos veces fue detenido por las policías locales y entregado a la justicia federal, pero andaba inexplicablemente libre.
La sociedad, justamente indignada, exige justicia.
El país está así, sí ya seee, pero aquí nos manteníamos con cierto grado de seguridad.
Ya no.
Hoy los malos han roto la paz.
El gobierno de Mauricio Kuri enfrenta el reto de enfrentarlos y ganarles para devolvernos la tranquilidad y el sueño. Garantizar la seguridad, ha reconocido, es su principal obligación. En esa tarea contará con los queretanos bien nacidos.
Los sucesos del sábado, que ocupan espacios en la prensa nacional y extranjera, serán analizados hoy en La Mañanera de Claudia Sheinbaum.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
Cambio.
Este lunes trascendió el relevo en la Guardia Nacional. El comisario Báez fue cambiado a Baja California. Llega en su lugar el general Filiberto Fabián Oropeza.
Doy fe.
-¡PREEEPAREN!-
Alerta.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro, Romualdo Moreno Gutiérrez, tendría que replantearse el modelo de negocio del palenque, tras la violencia vivida en las últimas semanas.
Y es que si revisamos la cartelera de los artistas invitados, observaremos a los mejores exponentes del Cártel de Sinaloa y otros grupos criminales.
Luis R. Conriquez, Natanael Cano y otras linduras, engalanarán las noches queretanas.
Y no está el horno para bollos.
¿O sí?
-¡AAAPUNTE!-
Limpia.
Una exhaustiva revisión en la vieja estructura del área de inspección es la que debería ordenar el alcalde Felifer Macías.
Y es que fue mágica la operación de clausura de antros y restaurantes con licencias balines y vencidas, como la que ayer encabezaron diversas áreas municipales y estatales en El Guayabo de Juriquilla.
Bien.
-¡FUEGO!-
Avísenle.
Muy tranquilo se vio este domingo el senador de la república, Ricardo Anaya, que vino a ejercer su voto como panista en la elección de dirigente y, de paso, a apoyar al gobernador Mauricio Kuri, en esta afrenta del crimen organizado. Cosa que, por cierto, no ha hecho Francisco Domínguez.
¡Porca miseria!