Históricamente, el río Querétaro dividía nuestra ciudad en dos. Lo que conocíamos como “la otra Banda” representaba más que una frontera física; reflejaba distintas perspectivas culturales y sociales. Hoy, el río nos une en una misión común: devolverle su vida, protegerlo y convertirlo en un símbolo de dignidad, unión y futuro. ¡Buenos días a todas y todos!
Este proyecto no es solo un evento o una acción aislada; representa la suma de años de investigación, innovación y trabajo conjunto que comenzó como un sueño del Ing. José Enrique Garza Figueroa, autor intelectual de la biotecnología aplicada, un ciudadano logró inspirarnos; a la academia, a expertos y, finalmente, a todos los sectores, incluyendo los tres órdenes de gobierno, para atender una de las peticiones más sentidas de la ciudadanía: el saneamiento del río Querétaro.
Este esfuerzo es único en su tipo: un proyecto de innovación mexicana que sigue un modelo penta-hélice, integrando la colaboración de gobiernos municipales, estatal y federal, sin distinciones de partido o color. La academia, la sociedad civil organizada, y el sector privado también han sido parte esencial en esta iniciativa. Hoy, el agua se convierte en un símbolo de unidad que trasciende cualquier división política o social, uniendo a Querétaro en una misión común.
Gracias al respaldo de la Comisión de Cuenca, CONAGUA y SEMARNAT, así como a la visión del Gobernador del Estado y el apoyo del Vocal Ejecutivo de la CEA, hoy cumplimos con hechos y resultados. En el primer tramo intervenido, se ha logrado una reducción de hasta el 80% en la carga orgánica y un control efectivo de patógenos, cumpliendo con los estándares de la NOM-001-SEMARNAT-2021. Además, hemos reducido los olores desagradables y mejorado la calidad ambiental y habitabilidad en las zonas de Hércules y Calesa.
Este esfuerzo también ha sido un motor para fomentar una cultura de responsabilidad y uso racional del agua, sensibilizando a la ciudadanía sobre la importancia de cuidar el río a través de acciones cotidianas y reportando actividades que lo puedan contaminar. Querétaro avanza hacia una cultura del agua en la que cada habitante comprende su papel en la protección de nuestros recursos hídricos.
Sin embargo, también debemos enfrentar dos realidades urgentes: la sequía y la degradación ambiental, amenazas que comprometen tanto nuestra salud como nuestra economía. Si no volteamos a ver el agua residual y atendemos la agenda hídrica y ambiental de manera integral, nos exponemos a una escasez de agua cada vez más aguda y al deterioro de nuestros ecosistemas.
El agua exige trabajo planeacion, no retorica
El agua exige unidad y participación ciudadana, las buenas intenciones ya no bastan, el agua exige vision y estrategia para poder ser gestionada de manera distinta. Este proyecto es de los queretanos, EL AGUA ES NUESTRA y por lo tanto es nuestra responsabilidad cuidarla.
Dejemos atrás cualquier división y trabajemos juntos. Por el agua y por Querétaro, seamos una sola banda