Tanto para la administración mexicana como norteamericana, la relación en materia comercial tendrá como prioridad la revisión del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, un elemento que además mantendrá el equilibrio en la región, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Con México como principal socio comercial de Estados Unidos, la importancia del T-MEC radica en que es la primera revisión a cuatro años de su implementación, así como la posibilidad de incrementar su vigencia hasta 2042 o bien realizar revisiones cada año hasta 2036.
“Ese contexto resalta la importancia del cumplimiento de los compromisos establecidos en el tratado, de manera que se mantenga la estabilidad que el marco regulatorio del acuerdo otorga a la relación comercial trilateral”, apuntó.
Para los nuevos gobiernos, tanto de México como de Estados Unidos, será vital la solución de las controversias surgidas en los primeros años de la implementación del acuerdo, pues de siete casos, tres siguen en discusión y uno ya tiene resolución pendiente por un panel de controversias.
Cabe recordar que México se mantiene en etapa de consulta en dos casos por temas energéticos, mientras que en el caso del maíz se espera la resolución final antes de cerrar este año.
Sin embargo, otro tema en el que la relación bilateral en materia comercial, en especial al amparo del T-MEC será la serie de iniciativas de reformas constitucionales que incluyen desde la desaparición de órganos autónomos, así como reformas en materia energética, agua, minería y cambios al Poder Judicial.
“La desaparición de siete organismos generaría desequilibrios al incrementar la concentración de las decisiones clave en el Poder Ejecutivo y tiene potenciales conflictos directos con disposiciones del T-MEC en materia de telecomunicaciones, políticas de competencia y empresas propiedad del estado”, consideró.
Solo en 2023, el comercio bilateral entre México y Estados Unidos alcanzó los 798 mil 83 millones de dólares.