La presidenta del Consejo Directivo de la Cruz Roja Mexicana en San Juan del Río, Brenda Leticia Loredo Robles, informó que, hasta la fecha, la delegación ha respondido a mil 950 servicios, de los cuales el 92 por ciento corresponde a emergencias de distintos tipos. Estos datos reflejan la intensa labor de la institución para responder a situaciones de urgencia en el municipio. Además, el resto de los servicios se divide en traslados especiales y falsas alarmas, que implican la movilización de los paramédicos sin encontrar una emergencia real.
Loredo Robles detalló que la mayoría de las emergencias atendidas corresponden a accidentes de tránsito, aunque también se registran incidentes en distintos espacios, como hogares, escuelas y empresas. Estos servicios de emergencia son cruciales para la población y, en el caso de los traslados especiales, la institución recibe una retribución económica que contribuye a sus operaciones.
La presidenta aprovechó para recordar a la ciudadanía que los servicios de emergencia no tienen costo, por lo que pidió denunciar cualquier intento de cobro por parte del personal de la Cruz Roja. “Si alguien de nuestros paramédicos cobrara alguna emergencia, denúncienlo inmediatamente”, subrayó Loredo Robles, insistiendo en la importancia de mantener la gratuidad de estos servicios esenciales para la comunidad.
En cuanto a los traslados especiales, que representan el 4 por ciento de los servicios, estos sí generan ingresos para la Cruz Roja, permitiendo a la institución financiar parte de sus operaciones. Sin embargo, Loredo Robles destacó que el recurso obtenido por estos traslados no es suficiente para cubrir las necesidades de la delegación, por lo que el apoyo de la ciudadanía sigue siendo fundamental.
Finalmente, la presidenta expresó su preocupación por el aumento en las falsas alarmas, que también representan el 4 por ciento de los servicios. Estas llamadas, dijo, movilizan en vano a los elementos de la Cruz Roja, generando pérdidas económicas para la institución y, lo más preocupante, restando disponibilidad a los recursos que podrían emplearse en verdaderas emergencias.