Nacido en Querétaro, Rafael Covarrubias está triunfando en Canadá lo que se demuestra al haber obtenido la Estrella Michelin.
Gracias a su trabajo en el restaurante Hexagon, ubicado en la ciudad de Toronto, el mexicano de 30 años obtuvo el reconocimiento además del premio Joven Chef de la Guía Michelin 2024.
“Estoy muy orgulloso por esta distinción y por haber sido tomado en cuenta. Agradecido porque se hayan decidido para venir a conocernos”.
“Se trata de una cocina contemporánea con platillos que representan a diversas partes del mundo. Vivimos en un país multicultural por lo que el restaurante tenía que satisfacer a distintas necesidades. Por ejemplo, combinamos la cocina mexicana, la indonesia, la italiana, la francesa y la filipina. Por ejemplo ahorita tenemos un pescado acompañado con una calabaza nixtemalizada, que justo combina distintas culturas”, comenta entusiasmado Rafa Covarrubias.
La espuma de papá, la mantequilla marrón y la tarta de queso son algunos de los platillos más buscados por los comensales.
La Estrella Michelin es un reconocimiento a las distintas propuestas gastronómicas más sobresalientes en el mundo. La distinción resalta la calidad de los ingredientes, la combinación de los sabores, las técnicas culinarias utilizadas, el servicio que ofrece el restaurante y la personalidad del chef y cómo se ve plasmada en su cocina.
“Las personas encargadas del reconocimiento tienen que visitar varias veces el restaurante. A nosotros nos visitaron cinco veces en el que tienen que comprobar la constancia en el nível de la comida, del servicio, las bebidas, la eficiencia y el carisma del chef”, dice Covarrubias vía telefónica.
El queretano se une así al grupo de reconocidos chefs que por México han logrado obtener una Estrella Michelin entre quienes se encuentran Enrique Casarrubias, Karime López, Carlos Gaytán, Roberto Ruiz, Paco Méndez. Cosme Aguilar e Indra Carrillo. Entre otros.
“Aunque ya soy canadiense luego de vivir desde hace diez años en Toronto, me considero orgullosamente queretano. Sobre todo por la influencia que tuve de mi familia”.
“Mi abuela y mis tías son muy buenas cocineras. Cada reunión era un momento importante para meterse a la cocina y ahí las veía. Después comencé a hacerlo por curiosidad. Disfruté estar en una familia que cocinaba bien, aunque no lo hacían de forma profesional”.
“Para toda la familia el comer es muy importante. La preparación de platillos para los eventos se convertían en un ritual. Ver todo eso desde niño me fascinó”, recuerda entusiasmado.
“Poco a poco fui aprendiendo, sobre todo a transmitir afecto a través de los platillos y las experiencias culinarias”, afirma.
Plática sobre su época de la infancia, en dónde batallaba con la escuela porque prefería trabajar y tener dinero
“Vivía con mis papás y también jugaba futbol, sin embargo la cocina me entusiasmaba. Así entré a trabajar al restaurante Cócono, ahí en Querétaro, en dónde estuve dos años mientras estudiaba la preparatoria. También realicé un diplomado sobre cocina europea en la Universidad Anáhuac”.
Recuerda que entusiasmado por la cocina, recibió una invitación de un primo que es chef para irse a vivir con él y trabajar en su restaurante en Calgary, que fue su paso para residir en Canadá.
“A pesar de las bajas temperaturas fue una transición agradable. Calgary es una ciudad no tan grande, muy similar a Querétaro, lo cual me sirvió. Mientras trabajaba, también estudié gastronomía por tres años”, comenta.
Posteriormente recibió la invitación para viajar a Toronto y trabajar en el ahora premiado restaurante Hexagon.
“Trabajé como cocinero, luego como jefe de cocina, después subí a ser chef hasta que logré ser chef ejecutivo”, plática Rafa Covarrubias al hablar sobre su crecimiento en la cocina del Hexagon.
“Era mi sueño trabajar en un restaurante reconocido y ofrecer un buen servicio, con un menú de primera, con una buena coctelería, una carta de vinos y una cocina donde predomina el sabor como lo he logrado en el Hexagon.
“Buscamos ir mejorando día a día. Trabajo con 12 personas que me acompañan en la cocina. Se trata de un restaurante familiar en el que trabajan todos en un sólo turno, en horario completo y con tres días de descanso”, enfatiza.
Rafa asegura que el momento más complicado que ha pasado fue la pandemia, tiempo en el que incluso estuvo a punto de cerrar. Pero finalmente lograron sobreponerse y ahora es reconocido con una Estrella Michelin.
“Ahora disfruto este reconocimiento y la etapa que estoy viviendo. Espero seguir creciendo aquí y después poder abrir un negocio propio para poder servir a los comensales. La cocina me sirve para sentirme pleno y estar muy satisfecho”, finaliza Rafael Covarrubias.