Diana Gante
Con la finalidad de eficientar la operación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y definir una estrategia para revertir sus pérdidas, es necesario evaluar cada línea de negocio de la petrolera, consideró Carlos Pascual, Vicepresidente Senior de Geopolítica y Relaciones Internacionales de S&P Global.
En entrevista realizada la semana pasada, dijo que es responsabilidad de la petrolera, de la Secretaría de Energía (Sener) y del Gobierno federal revisar la dirección que se quiere dar a la compañía en los próximos años.
“México puede ser parte de las soluciones de estabilidad a la incertidumbre que estamos viendo en el mercado global o puede ser un factor de tensión. Hay un factor importante, si Pemex puede ser un socio contable en temas económicos y de energía”, puntualizó.
Uno de los temas a evaluar es si se continuará o no con la exportación de petróleo crudo y qué volumen se mantendrá en el País para producción nacional.
Dijo que se debe preguntar qué hay que seguir haciendo y que sea efectivo para Pemex, cuánto va a utilizar de esa producción para refinar dentro del País, qué resultados tiene en productos refinados que sean más competitivos para utilizar aquí y cuestionar si sería más efectivo poder exportar, refinar en otro lugar e importar productos seleccionados.
“La pregunta de qué queremos para el futuro y el papel que pueda tener Pemex es cómo crear eficiencia en el sector, la relación entre Pemex y el sector privado para asegurar que México tenga la mayor capacidad para producir sus recursos y poder exportar”, apuntó.
Pascual dijo que es importante que las actividades que realice la petrolera sean eficientes para traer valor comercial a México y no ser un “peso en el presupuesto”.
Por ejemplo, logrando asociaciones con la iniciativa privada para realizar actividades en las que se realicen inversiones para incrementar la producción petrolera, donde el Estado pueda definir su política y al mismo tiempo los privados tengan certidumbre.
En la parte de refinación, expresó que Pemex tiene las seis refinerías antiguas y Olmeca, donde se tiene que evaluar la solución óptima para abastecer el mercado mexicano con productos refinados y ver qué se debe importar.
“Hay una responsabilidad de ver qué sería más efectivo para el futuro, no necesariamente mirar toda la refinación dentro del País, aceptar que la importación de ciertos productos puede ser un resultado más económico para México en el sentido de bajar los costos”, puntualizó.