Max Verstappen dejó claro que Red Bull Racing no podía aspirar a retener a todos los miembros que fueron claves para el dominio que habían tenido durante las últimas tres temporadas de Fórmula Uno.
Y es que, durante los últimos meses, se han confirmado las salidas de pilares de la escudería como el diseñador Adrian Newey, quien anunció su salida en mayo, o como las del director deportivo Jonathan Wheatley y el jefe de estrategia Will Courtenay, quienes próximamente saldrán de los Toros Rojos.
“Como siempre he dicho, hubiera preferido que todo el mundo se hubiera quedado, pero al final Red Bull no puede obligar a la gente a quedarse. Si les obligas a quedarse cuando realmente ya no quieren estar aquí, si están decepcionados o no consiguen plenamente lo que quieren, entonces tal vez sea mejor para ellos aceptar un nuevo reto en otro lugar. Aunque para todo el equipo, colectivamente, hubiera sido mejor que todo siguiera como estaba”, dijo Verstappen para Autosport.
“Siempre ha sido así con los equipos de éxito, la gente empieza a criticarlos. Eso se ve en cualquier deporte. Y algunos reciben ofertas tan grandes de otros equipos que eso también influye”.
El campeón del mundo reconoció que en la F1 y sobre todo en Red Bull, siempre ha sido complicado mantener a un equipo unido después de cosechar múltiples éxitos, pero confía en que los austriacos aún tienen a la gente necesaria para recomponer el camino y volver a los buenos resultados en esta temporada del 2025.
“Tengo fe en que la gente sabe lo que hace, ya lo han demostrado. Simplemente nos equivocamos de camino, así que era el momento de pulsar el botón de reinicio e ir en una dirección diferente. Al fin y al cabo, no son sólo dos o tres personas las que marcan la diferencia. Se trata del colectivo. Todo el mundo tiene que aportar y trabajar bien dentro de su papel, eso es lo más importante”, señaló.