Paul Reid, un conductor de montacargas de 43 años, narró el momento de la muerte de Saffie Roussos, una niña de ocho años que se convirtió en la víctima de menor edad del ataque terrorista en Manchester.
Reid había estado en el concierto y se hallaba en la salida de la Manchester Arena poco antes del atentado y regresó corriendo al lugar para intentar ayudar a los heridos al escuchar que había explotado una bomba.
Al llegar, encontró a la niña herida en el suelo y pidiendo a su mamá a gritos, por lo que rápido se acercó a ella para intentar confortarla en medio de la devastación.
“Era una niña moribunda y solo quería a su mamá. Fue devastador”, comentó el hombre entre lágrimas en entrevista para The Sun.
“El concierto estaba a punto de terminar y yo estaba en la parte inferior de las escaleras en la salida principal. Entonces escuché un boom. Podía ver polvo, humo y cosas volando a mi alrededor. Volví a subir las escaleras y en realidad estaba buscando a un terrorista. Sabía que había sido una bomba”, comentó.
Añadió que “la gente estaba gritando, corriendo y gritando. Nunca olvidaré ese sonido. Dentro del vestíbulo era el caos absoluto. Había gente tirada por todo el lugar. Miré mi teléfono, eran las 10:32. Marqué 999 y le dije a una mujer ‘simplemente envía a todo y todos a la Manchester Arena, algo grande ha ocurrido’”.
Reid comentó que recibió entrenamiento en primeros auxilios, por lo que mientras mucha gente huía de la arena el intentaba ayudar a los heridos, como a un hombre que lo ayudó a usar su cinturón para hacer un torniquete en su pierna.
Fue en uno de esos momentos en donde vio a Saffie, que asistió al concierto junto a su mamá y su hermana, en el suelo del vestíbulo, a solo cuatro metros de la salida principal.
Paul Reid le preguntó su nombre y su edad, intentando que siguiera hablando, hasta que vio que Saffie tenía problemas para respirar.
“Ella dijo: ‘¿Dónde está mi madre?’, le dije, ‘no sé, pero vamos a encontrarla en un minuto. No te preocupes. Vamos a solucionarlo. Vas a estar bien”.
“Ella dijo, ‘¿qué pasó?’ ¿qué podía decirle? simplemente intenté tranquilizarla, entonces llegó uno de los paramédicos, cortó los pantalones de la chica, hizo una evaluación rápida y me dijo que me quedara con ella”, comentó.
Añadió que “la chica trataba de quedarse dormida, pero sabía que tenía que mantenerla despierta y consciente. Le acariciaba el rostro y decía: ‘vamos Sophie, mantente despierta. Vas a estar bien. Vienen a llevarte en un minuto’”.
Reid, quien logró contener la compostura pese a la situación en que se encontraba, vio como la niña comenzó a quedar inconsciente cada vez más seguido, además de temblar de frío, por lo que se quitó la chamarra y cubrió con ella a Saffie.
Poco después, una enfermera que había acudido al concierto llegó en su auxilio y con la ayuda de unos policías utilizaron un cartel promocional para hacer una camilla, con la cual sacaron a la menor del lugar, sin que esta llorara o se quejara en el proceso.
“El cartel se hundió así que cogimos algunos rieles de mercadotecnia para sostenerlo y la llevamos por las escaleras. Una vez salimos de uno de los policías llamó a una ambulancia. La colocamos suavemente y ella seguía viva con los ojos abiertos. Fue la última vez que la vi”, comentó.
La labor del voluntario no terminó ahí, pues en lugar de descansar regresó a ayudar a más personas lesionadas para que fueran trasladadas a un hospital.
POR: LÓPEZ-DÓRIGA.COM