El Gobierno de Estados Unidos desclasificó un memorando enviado en marzo de 1986 desde la Embajada de Estados Unidos en México al director del FBI en el que se daba cuenta de las sospechas de agentes estadounidenses de que Manuel Bartlett Díaz, entonces Secretario de Gobernación, trabajaba con los narcotraficantes que secuestraron y asesinaron al agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en febrero de 1985.
“(La oficina del FBI en) Ciudad de México sospecha firmemente que las actividades de protección de narcóticos (testado) no lo beneficiaron únicamente a él sino que llegaron quizás al Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz. Si bien esto son simplemente fuertes sospechas debido a indicios de corrupción generalizada y actividades de extorsión de (testado) no es difícil concluir lógicamente que estas actividades benefician en última instancia a los principales líderes del Gobierno mexicano”, dice el mensaje que fue desclasificado tras dos solicitudes de Libertad de Información presentadas por el periodista Juan Alberto Cedillo y la académica de la Universidad de Brown Ieva Jusionyte.
“Si (testado) elige hablar con representantes del Gobierno de EU (testado) su vida estaría en…”.
El documento hace referencia a entrevistas con “fuentes confidenciales en el extranjero” o CSA, por sus siglas en inglés, entre las que podría estar otro funcionario mexicano.
“La CSA especuló que Bartlett…”, agrega el memorando, sin embargo, el resto del enunciado está testado. Añade que la vida del informante “corre peligro por hablar con agentes estadounidenses”.
La nota periodística que revela la desclasificación de documento, en la que también colaboró el periodista Ioan Grillo, recuerda que anteriormente han habido acusaciones de que Bartlett, actual director de la CFE, conspiró con criminales en el caso Camarena, pero el memorando desclasificado muestra que hubo sospechas expresadas por investigadores estadounidenses desde 1986.
Bartlett ha negado cualquier implicación en el caso del agente asesinado.