Reunida en un centro deportivo, debido a que trabajadores del Poder Judicial bloquearon el Congreso, la mayoría oficialista encabezada por Morena resistió embates opositores y aprobó arrolladoramente esta madrugada la reforma judicial promovida por AMLO.
Pasadas las 4:00 horas del miércoles -tras 12 horas de sesión-, los diputados avalaron en lo general el dictamen con 359 votos a favor y 135 en contra, y siguió la discusión en lo particular.
El bloque oficial tenía lista la aplanadora con su mayoría calificada para avalar la iniciativa presidencial. En el transcurso de este miércoles el documento pasará al Senado donde la 4T necesita un solo voto que le permita reunir la mayoría calificada de 86 senadores (dos terceras partes del total) y consumar el cambio constitucional que integrará un nuevo Poder Judicial con Jueces, Magistrados y Ministros electos en urnas.
La jornada inició muy temprano ayer con el bloqueo de las puertas del recinto de San Lázaro desde las 05:00 horas.
Trabajadores del Poder Judicial madrugaron y cerraron los accesos e impidieron el ingreso de diputados y asesores.
La fracción morenista forzó desde temprano un cambio de sede, trasladándose a la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, donde fueron colocadas sillas plegables para los legisladores, se improvisó un comedor al fondo del gimnasio y se colocó la mesa del presidium debajo de un tablero de basquetbol.
Fueron instalados ventiladores para que circulara aire en un ambiente sofocante y se instaló un aparato de sonido con dificultades de audición.
Afuera se desplegó un cerco policiaco para evitar el ingreso de personal ajeno al Congreso y frenar a estudiantes que pedían diálogo y detener la reforma judicial.
Durante varias horas, los jóvenes bloquearon avenidas en protesta.
La sesión inició pasadas las 16:00 horas con la inconformidad de las fracciones opositoras del PAN, PRI y MC, cuyos legisladores decidieron permanecer y participar en el debate.
Ahí, Morena y sus aliados defendieron su derecho como mayoría a modificar la Constitución, mientras que la Oposición, sobre todo desde la bancada del PAN, se declararon en resistencia.
Durante la discusión en lo general, que se extendió por horas, panistas y priistas anunciaron que participarían en la sesión ad cautelam, para no caer en desacato ante las suspensiones provisionales otorgadas por dos jueces en contra de la discusión de la reforma.
“El grupo parlamentario del PRI participa en este debate a cautela, debido a la suspensión y quiero hacer la entrega de la suspensión de los dos jueces que existe para que no se lleve a cabo este debate, porque estaríamos entrando en desacato”, dijo el priista Jericó Abramo Masso.
Panistas pusieron en duda la legalidad de la sesión que se llevó a cabo en la sede alterna, la cual llamaron “la sede de la ignominia”.
“Toda vez que nos encontramos en un procedimiento ilegal ante juzgado de Distrito, hemos impugnado ya esta sesión, toda vez que los diputados que violen la suspensión pueden incurrir en responsabilidad”, advirtió José Elías Lixa.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena, insistió en que en el Poder Judicial existen corrupción y tráfico de influencias, y advirtió que no titubearía para aprobar esta y el resto de las reformas Constitucionales de AMLO.
“El pueblo está harto de la corrupción, del tráfico de influencias en el Poder Judicial. No vamos a titubuear, vamos a ir a fondo con esta y con las 20 reformas constitucionales. Nos asiste la razón histórica, la razón moral, la razón social”, señaló.
Mientras los diputados federales analizaban la iniciativa, la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se pronunció, en un mensaje en redes sociales, y negó que la aprobación de la iniciativa represente riesgos a las relaciones comerciales del País.
“La reforma al Poder Judicial no afecta ni nuestras relaciones comerciales, ni las inversiones privadas nacionales, ni extranjeras. Por el contrario, habrá más y mejor Estado de Derecho y más democracia para todas y todos”, expresó la morenista.