Fiel a su ADN priísta, un ADN del PRI de los años en que era el partido único en México, no el PRI de Alito que es un caballo de Troya dentro del partido fundado por Plutarco Elías Calles, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su último informe de gobierno con un recuento triunfalista de los logros que, a su entender, se consiguieron gracias a los criterios transformadores de su administración.
Con la gente que asistió al evento del Zócalo, AMLO sintió que estaba frente al pueblo de México.
Pero la grave realidad es que, de manera simultánea, por las calles había una marcha de disidentes del lopezobradorismo.
Ese es el México polarizado que deja el tabasqueño cuando está a 28 días de concluir su mandato.
Sin duda habrá una infinidad de análisis del último informe de AMLO. Serán de todos los signos y de todas las tendencias ideológicas y políticas.
Se espera que habrá más comentarios críticos que de reconocimiento a lo que consignó el presidente en su larga despedida.
Lo cierto es que el presidente estaba de fiesta. Dijo que salieron de la pobreza millones de personas, que el salario mínimo aumentó y que los adultos mayores están recibiendo más dinero en sus pensiones.
Honestidad en todo el sexenio. Promesas cumplidas en la salud y en la educación.
Cada quien tendrá su opinión de lo dicho por el presidente.
Lo trascendente será lo que pueda hacer con sus legisladores el presidente que va de salida.
Todavía seguir agitando el agua con acciones controvertidas y peleoneras, sería algo de muy mal talante por parte del ya efímero mandatario.
Otra cuestión es la siguiente.
¿Qué compromisos, políticos, económicos, sociales, diplomáticos, le está dejando AMLO a Claudia Sheinbaum?
El panorama nacional en estos días finales del sexenio está verdaderamente complicado.
Ya paso el informe de estilo priísta de AMLO.
Hay que esperar con serenidad el advenimiento del gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo.
Y como dice el popular refrán, que sea para bien porque el horno no está para bollos.
¡Sálvese quien pueda¡
EN TIEMPO REAL.
1.- En Guerrero se están dando señales que, por lo que se refiere a la reconstrucción de Acapulco, la coordinación entre la gobernadora Evelyn Salgado y la alcaldesa Abelina López, se mejora cada vez más. En cambio, los viejo príistas guerrerenses, como los impresentables Rubén Figueroa, ahora convertido en acólito de Alito, y su cómplice en el gravísimo atentado conta los 42 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en el municipio de Iguala, Ángel Aguirre, que ahora anda con la gitanada de crear un partido local. No cabe duda que ni Rubén ni Aguirre entienden que ya nadie los quiere ver en Guerrero.
2.- Movimiento Ciudadano ya designó a sus coordinadores en el senado y la cámara de diputados. Serán Clemente Castañeda e Ivonne Ortega Respectivamente.
3.- Pedro Haces ya ha establecido los lineamientos para su desempeño en la cámara de diputados como coordinador de Operación política de Morena. Una de las principales acciones del también líder de la CATEM, será proporcionar a sus compañeros documentos claves para que lleven a cabo sus tareas de operación política en sus distritos.