A Sergio Pérez y a Red Bull les espera una semana de trabajo intenso en Milton Keynes.
El resultado del mexicano y de su compañero Max Verstappen en el Gran Premio de Italia reflejan el retroceso en la evolución del RB20 con respecto a McLaren, Ferrari y Mercedes.
Checo nada pudo hacer en la carrera al terminar en el octavo puesto, el mismo lugar en el que arrancó, con problemas de degradación excesiva.
“No esperábamos que fuera tan malo, pero ya en la segunda vuelta me di cuenta de que no podía parar el coche como quería y no podía jugar con él. Creo que con el neumático duro no iba tan mal, pero con el medio era bastante complicado, nos comprometimos un poco.
“Creo que lo bueno es que no tenemos preguntas. Ahora sabemos exactamente dónde está el problema. Podemos verlo claramente en los datos. Solo queda cómo solucionarlo, cómo atacarlo. Las próximas semanas van a ser muy importantes”, dijo el mexicano.
En los próximos días, ambos pilotos se reunirán en la fábrica con la misión de revertir la falta de rendimiento en el monoplaza ya que se avecinan 2 competencias en circuitos callejeros, Azerbaiyán y Singapur, en donde necesitan recuperar terreno.