Otro de los temas que poco se aborda es la relación entre el cambio climático y el empleo, sin embargo, los impactos negativos ambientales ocasionados por fenómenos meteorológicos (inundaciones), sequías, y aumento de la temperatura tienen una incidencia, aunque diferenciada en los sectores económicos, sobre la productividad y los empleos.
Y de acuerdo con la CEPAL (2024) se espera que “La intensificación de los efectos climáticos a mediano y largo plazo repercutirá significativamente en el crecimiento económico y el desarrollo de la región. Se prevé que el aumento de las temperaturas y la mayor frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos afectarán la productividad laboral y el acervo de capital de las economías locales, ejerciendo una presión cada vez mayor sobre el crecimiento económico”
El desastre en Acapulco o la Sequía reciente en el campo, seguramente nos ilustra bien como incide el cambio climático en la pérdida de empleos y por tanto, en la economía.
Los sectores económicos del turismo y la agricultura son sin duda alguna dos sectores demasiado vulnerables a los impactos del cambio climático. Lo que trae consigo la pérdida temporal o definitiva de empleos, en dichos sectores y en regiones o estados donde alcanza mayores impactos negativos.
No obstante, se preguntará si también el cambio climático tiene impactos en otros sectores de la economía, y la respuesta es sí, aunque el grado puede ser diferente al de los sectores mas vulnerables como el turismo y la agricultura.
Por otra parte, no descuidemos que los impactos del cambio climático también afectan la salud de la población y consecuentemente en los y las trabajadoras o empleados, lo que a vez incide en la productividad de la unidad económica en donde laboran (por los días que deben permanecer en casa para su atención y recuperación). Y aún así, aunque no se enfermen, el trabajo bajo condiciones de temperaturas altas, sobre todo de aquellas personas que laboran a cielo abierto (como en la construcción, transporte, u otros), afecta su rendimiento o productividad.
En esta medida la CEPAL (2024) estima que “…ante la intensificación del proceso de calentamiento global y el consiguiente aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos (sequías prolongadas, inundaciones o huracanes, entre otros), las economías de América Latina no adoptan políticas de adaptación y mitigación de estos efectos, hacia 2050 se podrían llegar a perder 42,8 millones de puestos de trabajo…”.
En abril de 2024, la tasa de desempleo en el país se situó en 2,6% (INEGI, 2024)
En el primer trimestre de 2024, la población económicamente activa de México fue de 60.7 millones de personas. La fuerza laboral ocupada alcanzó las 59.1 millones de personas -40.7% mujeres y 59.3% hombres- (INEGI, 2024).
Durante 2022, en 31 entidades federativas, la sequía fue el principal factor de pérdida para las unidades de producción agropecuaria activas del país.
En ese año, de las unidades de producción agropecuaria activas que presentaron pérdidas por algún factor climático o biológico, 72.19 % tuvo un siniestro climático debido a sequías y 12.76 %, a inundaciones (INEGI, 2024)
En el 2022 INEGI reportó que, el estado que presentó mayores perdidas por la sequía fue Aguascalientes con un 94.13% y por inundaciones fue, Tabasco con 78.67%.
El sector primario compuesto por actividades de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca se conforma de una población activa de 6,536,914 millones de personas, mientras que el sector terciario compuesto por servicios de alojamiento y restaurantes de 4,789,301 millones de personas (Se estima que el turismo aporta aproximadamente el 8.7% del PIB total de México. El sector proporciona 2,3 millones de empleos a tiempo completo). Mientras que los micronegocios absorben una población de 49,310, 495 millones de personas.
Y según declaraciones del presidente de la Canaco en Acapulco, Alejandro Martínez Sídney, quien dijo que: “ha sido un año complejo en el área laboral donde a raíz de este fenómeno meteorológico (Otis) se han perdido alrededor de ochenta mil empleos” Y además se estimaron perdidas económicas de alrededor de acuerdo con: Enrique Guevara Ortiz, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), informó que, según cálculos preliminares el impacto económico causado por el huracán Otis fue de 51 mil millones de pesos” Ya sin tomar en cuenta estas otras afectaciones: daños irreversibles en el turismo de la región, provocando daños en 80% de la infraestructura de la zona hotelera, así como las principales vías de acceso.
Y a casi seis meses del impacto del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, Guerrero, el empleo formal es una deuda pendiente ante la lenta reapertura y recuperación de negocios como hoteles, restaurantes y otros comercios, coincidieron líderes empresariales (El Sol de México, 2024).
La recuperación del empleo ha sido un poco lenta porque no todas las fuentes de trabajo, principalmente en la zona hotelera y restaurantera, están al 100 por ciento. Y se tiene que algunos hoteles que ya no van a abrir.
Y se estima que en el 2023 (3%) hubo más desocupados que en el 2024 (2.9).
Por su parte el sector agropecuario registro una caída en su producción por la sequía:
En México, la sequía ha tenido un impacto significativo en la producción agropecuaria en 2023 y 2024:
En 2023, la caída del volumen total de las producciones se estima en el 8%, pero con un incremento de los precios del 12%.
En 2024, la actividad agropecuaria nacional decreció 6.1% en el primer trimestre, con caídas trimestrales de 11.6 y 7.8% en las regiones norte y centro, respectivamente. Los cultivos más afectados fueron el maíz grano, el aguacate y la caña de azúcar
Las condiciones de sequía en los principales estados (de México) productores tuvieron un impacto en los volúmenes, de acuerdo con el Reporte sobre las economías regionales, al primer trimestre de 2024 del Banco de México (Banxico).
El informe de Banxico mide la actividad económica en seis indicadores, de los cuales el sector agropecuario fue el que más cayó, con una disminución en todo del país; las regiones centro norte bajó 3.3% y la sur, 2.1 por ciento.
En la región norte, que comprende Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, la sequía ha impactado la producción agrícola, especialmente los cultivos industriales y forrajes, según productores consultados por Banxico.
De acuerdo con el análisis de Banxico, a mayo del 2024, 80.3% de la producción agrícola nacional podría haber estado expuesta a condiciones de sequía, en su nivel máximo, muy por encima del promedio del 2020.
Por último, las actividades que permitan ampliar y adecuar la infraestructura de la región (América Latina), podrían servir para proporcionar empleo temporal a los trabajadores desempleados en ámbitos como los de infraestructura, construcción o mantenimiento de los espacios públicos.