- Gilberto, Santiago y el “Dúo Dinámico”
- Que habrá Guerra en el Poder Judicial
- Fiscalía II. Viene la segunda temporada
- Historietario, Pablito primer secuestrado
-BLANCAS Y NEGRAS-
Multicefalismo.
Tiene la 4T varias cabezas en Querétaro. La formal, Rufina Benitez, dirigente del comité estatal y su jefe el senador Gilberto Herrera Ruiz, pero los más cercanos a la presidenta electa Claudia Sheinbaum son Sinuhé Piedragil y Luis Humberto Fernández, con quienes ella ha compartido tareas desde hace 20 años.
Los tres serán diputados. Gilberto Herrera y Luis Humberto Fernández, federales. Y Sinuhé Piedragil, local, probable coordinador de la bancada de Morena en la LXI Legislatura.
A Sinuhé Piedragil se le menciona también para la delegación de Bienestar, en lugar de la doctora Rocío Peniche, pero podrían necesitarlo más para dirigir la muy terciada diputación cuatroteísta.
Por eso quien ya se apunta para superdelegado es -jejeje- Mario Ruiz Oláes, ex diputado local y ex dirigente estatal de Morena, hoy diputado federal suplente de Luis Humberto Fernández, quien será uno de los operadores de Claudia Sheinbaum en San Lázaro.
Sin duda otros personajes relevantes de la 4T son el ex candidato a senador Santiago Nieto Castillo y el diputado federal electo Ricardo Astudillo Suárez, presidente estatal del Verde, que jugarán el 27 al igual que Luis Humberto Fernández, Sinuhé Piedragil y Santiago Nieto Castillo.
Y aún hay más: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, coordinador jurídico de la presidenta Claudia Sheinbaum, la senadora electa Beatriz Robles, la ex candidata Celia Maya (integrante de la Judicatura Federal) y el sorprendente alcalde electo de Tequisquiapan, Héctor Magaña. Más lo que se acumulen.
Tiene la 4T muchas cabezas. A partir del 1 de octubre, iniciado el gobierno de Sheinbaum y en los meses siguientes, se irá viendo quién es quién en ese movimiento multicéfalo, mientras otros partidos ni cabeza tienen.
La verdad.
-JUGADA TRAS JUGADA-
Togas en fuga.
Cinco de los 13 magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro decidieron -súbitamente- jubilarse, antes de la reforma judicial federal que, a querer o no, se extenderá en los estados. La presidenta Mariela Ponce Villa informó que el pasado 13 de agosto se aprobaron las solicitudes y recibirán pensiones mensuales de 40 mil pesos. Esta cantidad es mucho menor a la otorgada a los anteriores magistrados que se retiraron con la otra ley.
Habrá que ver quiénes serán los nuevos magistrados. Eso no lo sabemos, pero sí se sabe que en los próximos meses se elegirá presidente del Poder Judicial del Estado y que todas la señales llevan a que el relevo de doña Mariela Ponce Villa será el doctor Braulio Guerra Urbiola. Habrá Guerra en el Tribunal, literalmente.
Mientras tanto esperamos la nueva temporada del novelón de la Fiscalía del Estado, cuyo titular será electo por la LX Legislatura tras la renuncia del temperamental Alejandro Echeverría Cornejo que tiró el arpa luego de la liberación de los tres mandos policiacos que él detuvo.
La renuncia ya fue aprobada por la Junta de Coordinación del Congreso y luego el gobernador Mauricio Kuri deberá de enviar candidatos a fiscal, terna más secreta que los cambios en el gabinete estatal…
O la fórmula de la Coca Cola.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Cámara.
Es urgente la designación del nuevo fiscal: Ana Paola López Birlain, presidenta de la mesa directiva de la LX Legislatura del Estado.
Abróchense los cinturones.
-EL HISTORIETARIO-
De memoria.
Hace 51 años, en el verano de 1973, Querétaro se conmocionó con el secuestro del niño Pablo Meré Alcocer, de apenas cinco años de edad. La primicia de este reportero fue publicada a ocho columnas el domingo 5 de agosto en Noticias.
Era otra ciudad, provinciana y tranquila, en la que “soltaban el león a las 10 de la noche” y las radiodifusoras tocaban el Ave María al mediodía.
Había poco más de 112 mil habitantes y 485 mil en todo el estado según el censo del 70. O sea, aún no nacía la mayoría de los más de dos millones de pobladores actuales. O sea el 80 por ciento de los queretanos de hoy.
¡Secuestrado! alertaba la cabeza principal con letras mayúsculas y rojas, en el número 119 del nuevo periódico. Y era verdad: Pablito, el más pequeño de los 14 hijos del mayor Antonio Meré Groth y doña Carmen Alcocer Montes, había desaparecido la mañana del miércoles 1 luego de ir por unas galletas a la tiendita de la esquina de Reforma y Vergara, a media cuadra de la casa familiar, en el Centro Histórico, pero el hecho se mantuvo escrupulosamente en secreto por exigencia de los plagiarios.
Así lo escribió el autor de esta columna en la noticia de primera plana, al revelar el secuestro encubierto en los extraños mensajes radiofónicos que se transmitían cada media hora: “Para evitar muertos en la carretera, por Casa Blanca se deben construir puentes para peatones. Ojalá nos comunicaran qué cantidad debemos aportar para su construcción”.
La familia quería saber cuánto costaba el rescate del menor. Dos millones de aquellos exigió Pablo González Loyola que se equivocó de niño. Buscaban al nieto de Don Pascual, uno de los hombres más ricos. Pablito no pertenecía los Alcocer adinerados. Había unos 150 primos, hijos de los hermanos Alcocer Pozo. Él era uno, clase media. Querétaro sufrió con los Meré durante 24 días.
El único que no sufría era Pablito, como se le llama hasta la fecha a pesar de sus 56 años y de ser un activo político, abogado y maestro universitario. En su secuestro, casi de vacaciones en algún lugar de Michoacán, jugaba con otros niños, le daban bien de comer y hasta montaba a caballo.
La sociedad, angustiada, quería saber y la prensa informaba diariamente en su primera plana. “Pablito olvidó sus lentes”. “Es miope. Debe estar doliéndole la cabeza”. “Su pececito se murió de tristeza”. Y una foto de Sergio Pfeiffer, la principal, mostraba la pecera vacía. Al día siguiente llegaron 50 peces enviados por las familias queretanas.
Después de tres semanas, Pablito fue devuelto con mediación de la Iglesia.
Hace 10 años, en agosto de 2013, el hoy abogado Pablo Meré Alcocer habló a PLAZA DE ARMAS: Mi papá nunca hizo denuncia formal. Fue el pacto. Se siguió de oficio. Exigió que me entregaran vivo y se comprometió a no hacerles daño. Lo cumplió y mi madre, María del Carmen Alcocer Montes me hizo rezar, de los cinco a los 20 años, un padre nuestro cada día, perdonándolos”.
Eso ocurrió hace más de medio siglo, cuando un secuestro conmovió a Querétaro porque aquí nada pasaba.
Éramos felices y no lo sabíamos.
-JUGADA FINAL-
Adiós muchachos.
A los cinco magistrados del Poder Judicial del Estado que decidieron hacerse justicia por propia mano y se jubilan antes de la reforma, un Jaque Mate ¡al POSTOR!