Este miércoles, la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito convocó a la sociedad a asistir al evento político-cultural “La Des-fundación del Querétaro colonial”; con el objetivo de visibilizar la raíz indígena que fundó la ciudad de Querétaro y fomentar la protección de sus territorios y tradiciones indígenas.
En este marco, Braulio Ayala García, integrante de esta organización, lamentó las declaraciones de Liz Selene Salazar Pérez, presidenta de la Comisión de Gobernación, Administración Pública y Asuntos Electorales de la LX Legislatura del estado de Querétaro, sobre la no procedencia de la petición de otorgarle a este barrio la categoría de “Barrio Indígena”.
El activista manifestó que el congreso no ha notificado sobre el estatus del trámite; y consideró que ya no existe voluntad política de los diputados para que el nombramiento abone al reconocimiento de sus derechos.
“Tenemos tres canales de comunicación que les hemos dado en los oficios, y en ninguno de ellos nos han contestado. Aquí, lo más importante es que ha habido muy poca o ya casi nula voluntad política para reconocer, primero, nuestros derechos”, argumentó.
Ante la aseveración de Salazar Pérez de que no cumplen con los requisitos y que no se trataba de una “iniciativa ciudadana”, sino de una “invitación, Ayala García aclaró que es una iniciativa ciudadana que se acercó a través de la Secretaría del Ayuntamiento de la capital, como parte del protocolo para el ingreso de una propuesta a la legislatura.
“Siguiendo los pasos que nos dijeron, nosotros presentamos todo; y la diputada jamás se ha acercado con nosotros a dialogar, el diálogo siempre lo buscamos nosotros”, subrayó, al tiempo de adicionar la falta de acercamiento de la diputada que preside la comisión de Asuntos Indígenas, Yasmín Albellán Hernández.
Además, Braulio Ayala afirmó que no solamente es el grupo de Concheros quien respalda esta iniciativa, sino la misma Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito. Agregó que la ley no solicita que estas iniciativas relacionadas con pueblos y tradiciones indígenas deban conllevar firmas de la mayoría de la población.“En la ley de Derechos y Cultura de los Pueblos Indígenas, jamás está estipulado que tenga que ser toda la población de un barrio o que tenga que ser la mayoría. De hecho, en materia de derechos humanos, no puedes limitar el derecho de unos, argumentando la opinión de los demás”, recalcó.