Cada vez se incorporan criterios ambientales en los principales eventos masivos deportivos mundiales como en la Copa Mundial de fútbol y en las olimpiadas, pues resulta indispensable ya que dichos eventos como en el pasado eran sumamente contaminantes y con grandes impactos o externalidades negativas ambientales.
Ahora, para las Olimpiadas de Paris en este año, se ha incluido criterios de reutilización, reciclaje, energía limpia y biodiversidad.
En cuanto al reuso o reutilización, en esta Olimpiada cerca del 95% se reutilizaron edificios existentes y se implementó infraestructuras temporales. Y según la información difundida, en el Centro Acuático de Saint-Denis, se utilizaron materiales reciclados, materiales de construcción natural de origen biológico y además funcionará con energía solar.
Por otro lado, también se ha informado (RTL TODAY) que la Villa Olímpica generará energía limpia a partir de la geotermia y la solar. Y que los colchones de las camas donde dormirán los atletas fueron fabricados con redes de pesca reciclados y cartón reforzado.
Ahora bien, por lo que respecta a la biodiversidad, se dice que los techos servirán para albergar insectos y aves. Y en sus alrededores, se han reforestado con 9,000 árboles de distintas especies y 200.000 nuevos árboles en las calles (además de la limpieza del Río Sena).
Y en cuanto a la movilidad, no escapa la oferta de colocar alrededor de 3,000 bicicletas para su alquiler.
Asimismo, por lo que respecta a la generación de residuos, la meta es reducir a la mitad, la cantidad de plástico de un solo uso, con el fin de disminuir las emisiones de carbono y reducir los residuos.
Y en el campo de los alimentos, el objetivo es duplicar la cantidad de alimentos de origen vegetal (proporcionar 13 millones de comidas, para espectadores y staff, considerando estrategias como duplicar la porción de alimentos de origen vegetal para reducir las emisiones de CO2 a la mitad. Todos los alimentos deberán estar 100% certificados, 80% de origen francés, 25% desarrollados a menos de 250 km de las sedes y 30% orgánicos.)
Además, el Comité París 2024, aborda el tema de las emisiones de CO2, para lo cual se comprometió a compensar las emisiones generadas (1.6 millones de toneladas de CO2) invirtiendo en proyectos locales medioambientales y sociales. El objetivo final es conseguir ser los primeros Juegos neutros en carbono.
Pues se espera que mil millones de espectadores, ya sea en vivo o a distancia, presencien este evento hasta el 11 de agosto. Pero salta la pregunta ¿cómo las Olimpiadas de 2024 planean minimizar su impacto ambiental?
Con miles de personas volando desde todos los rincones del mundo para asistir y una gran cantidad de recursos necesarios para la planificación del evento, el desafío de reducir las emisiones es enorme. El objetivo principal de estos juegos es reducir a la mitad la huella de carbono en comparación con ediciones anteriores.
En ese tenor el Consejo Olímpico estableció las siguientes estrategias:
Las estrategias se centran en un enfoque para controlar los impactos ambientales, utilizando el método “evitar, reducir y luego compensar”.
Y aplicarán cinco principios clave: anticipar, evitar, evitar, compensar y movilizar.
Un segundo objetivo consiste en: Apoyo a la acción climática
Uno de los grandes retos que afrontan los Juegos Olímpicos 2024, es buscar equilibrar el impacto de las emisiones que no pueden evitar, como los miles de vuelos y transportes que serán necesarios para los espectadores que viajarán hasta Paris.
Esto se planea hacer mediante la compensación por medio de los bonos de carbono, es decir, apoyando proyectos de prevención y captura de CO2, así como proyectos de conservación y restauración.
Y el Tercer objetivo es: Movilización de las partes
París 2024 busca ser una plataforma que marque la pauta y sirva como ejemplo para acelerar la acción climática a través del uso de herramientas y metodologías en la reducción de emisiones con iniciativas como “Climate Coach” una aplicación para ayudar a sus empleados a reducir su huella de carbono personal y laboral. También alienta a socios y proveedores a adoptar criterios sostenibles y neutralidad de carbono en todas las compras relacionadas con los Juegos.
Y no podía faltar la participación, que consiste en invitar y sumar a todos los asistentes y grupos de interés, a participar activamente en estas iniciativas, como parte de la corresponsabilidad.
No obstante lo anterior, se han publicado investigaciones en revistas como Nature, que sugieren alternativas para aumentar la sustentabilidad de eventos como los Juegos Olímpicos.
Estas incluyen la reducción del tamaño de los eventos, la rotación de su ubicación entre un número limitado de ciudades, y la adopción de estándares de sustentabilidad más rigurosos e independientes.
Sin embargo ¿son suficientes las medidas implementadas para contrarrestar el impacto del cambio climático en los recursos hídricos?
Pues la magnitud generada por eventos como los Juegos Olímpicos es innegable, e impacta en el consumo masivo de agua y la generación de aguas residuales, que, de no tratarse, irán a parar a los cuerpos de agua. Y justo en este campo, no hay estrategia o medida alguna del Comité Olímpico.
Si bien se reconoce los avances ambientales en este tipo de eventos masivos deportivos, aún quedan dudas y mas que nada, medidas y estrategias por adoptar, como se señala en la cuestión hídrica.
Sin bien la mayor parte de las medidas ambientales que se tomarán responden al momento (durante), también hay otras, como la limpieza del río Sena (a pesar de que hay críticas sobre la calidad de su agua), que trascienden al propio evento (posterior). De ahí que, tomando en cuenta las recomendaciones de especialistas, de reducir el tamaño o concurrencia masiva a este tipo de eventos, también es cierto que dichos eventos provocan la adopción de ciertas medidas que contribuyen durante y después del evento a mejorar el ambiente (como la limpieza del río Sena), y que, sin el evento, no se hubieran realizado.
En conclusión, las Olimpiadas de París 2024, se puede decir que ha dado pasos significativos hacia unos Juegos más sostenibles, pero aún existen pendientes por hacer.
La búsqueda o logro de verdaderos «Juegos Verdes o sostenibles» implica un compromiso continuo con la innovación y la responsabilidad ambiental, no solo en el momento, sino en todas sus etapas y rubros.
En esta medida, que la sustentabilidad sea un aspecto clave en la organización de un evento masivo de esta naturaleza, responde a una toma de conciencia sobre los altos niveles de contaminación que se producen por el traslado de los asistentes que se movilizan desde todas partes del mundo; por el incremento de la movilidad dentro de la ciudad; por la construcción de los estadios y sedes deportivas; por el aumento en la utilización de recursos como agua y energía, y por la cantidad de basura generada, que no siempre tiene un tratamiento adecuado.
Ahora uno de los tres pilares de estas Olimpiadas es la excelencia medioambiental, aunada a las otras dos: el deporte en el corazón de la sociedad y una sociedad más inclusiva.