Saraí Cervantes
En los próximos años, México y Estados Unidos deben mejorar sus cruces fronterizos para eficientar el intercambio de mercancías, así como reorientar sus inversiones en infraestructura, consideró Blue Yonder.
Albert Jung, vicepresidente de Retail en América Latina de la empresa estadounidense de gestión de la cadena de suministro, dijo que tras la emergencia sanitaria y el periodo pospandemia, el comercio entre países cambió.
“Hubo una disrupción en las cadenas de suministro y ahora se busca producir y consumir de forma más local y no depender de fabricantes que están del otro lado del mundo”, explicó.
Por ello, consideró que la inversión en infraestructura de Estados Unidos debería de reorientarse de puertos a cruces fronterizos.
Recordó que en los últimos años EU apostó por invertir en recintos portuarios, algo que podría ya no funcionar dado que comenzó a crecer la importación con sus socios comerciales, como México.
“No es que los puertos dejen de ser relevantes, pero se tendría que enfocar en los cruces fronterizos, cómo crecerlos y hacerlos más eficientes para la importación y exportación”, acotó.
Esto se debe a que tomará mayor relevancia el transporte entre México, EU y Canadá, agregó Jung.
En tanto, expuso, México debe enfocarse a mejorar los cruces fronterizos y la seguridad carretera y ferroviaria.
Las empresas se mueven de China a México, por lo que las inversiones y capacidades logísticas se deben enfocar a rutas ferroviarias y caminos y puentes, explicó.
Será importante que ambos países inviertan en tecnología que eficiente los cruces fronterizos y reduzca tiempos en revisión.
Por ejemplo, invertir en tecnologías como Torres de Control o Transport Management System (TMS) para tener mayor visibilidad de dónde están las cargas, conocer si las mercancías se atoran en algún punto o proceso y planear de mejor manera en caso de haber algún tipo de disrupción logística, explicó.
Recordó que el TMS permite ejecutar, gestionar y monitorear todas las funciones del ciclo de vida de ejecución del transporte, y obtener una reducción de hasta un cinco por ciento en los costos de entrada y hasta seis por ciento en los costos de salida o hacia el cliente final en este rubro.