El papa Francisco instó a que los Juegos Olímpicos de París, que comenzarán el 26 de julio, sean “según la antigua tradición, la oportunidad para establecer una tregua en las guerras” que asolan el mundo y que los atletas “sean mensajeros de paz“.
“El deporte tiene una gran fuerza social, capaz de unir pacíficamente a personas de culturas diferentes”, dijo el papa al término del rezo dominical del Ángelus, tras recordar que “esta semana comenzarán los Juegos de París, a los que seguirán los Juegos Paralímpicos”.
Francisco, que ha pedido una tregua olímpica en varias ocasiones en los últimos meses, mostró ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano, su “deseo de que este evento pueda ser una señal del mundo inclusivo que queremos construir”.
“Y que los atletas con su testimonio deportivo sean mensajeros de paz y modelos válidos para los jóvenes”, añadió.
Fue entonces cuando el pontífice pidió que por ello, “las Olimpiadas, según la antigua tradición, sean una oportunidad para establecer una tregua en la guerra, mostrando una sincera voluntad de paz”.
“No olvidemos que la guerra es una derrota”, añadió el pontífice antes de pedir a los fieles: “Recemos por la paz, no olvidemos a la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, y tantos otros lugares en guerra”.
El papa ya hizo un llamamiento similar el pasado viernes, en su mensaje en motivo de los Juegos Olímpicos que envió al arzobispo metropolitano de París, monseñor Laurent Ulrich, al que dio su bendición y deseó “la feliz marcha” del evento.
Ante el actual “período turbulento en el que la paz está amenazada”, el papa anheló “fervientemente que todos estén dispuestos a respetar esta tregua” y pidió que “Dios ilumine las conciencias de quienes detentan el poder sobre las graves responsabilidades que les incumben, que conceda éxito a los pacificadores en sus esfuerzos y que los bendiga”.