
Querétaro, con una tasa global de fecundidad de 2.23 hijos por mujer, tiene el menor porcentaje nacional de mortalidad materna, con 14.9 por cada 100 mil nacidos vivos, gracias a una importante disminución, porque de acuerdo con datos del INEGI –divulgados con motivo del 10 de mayo- en 1990 era de 74.3.
La distribución espacial de la muerte materna en el país no es homogénea, ya que como ocurre con otros fenómenos, se presenta con mayor frecuencia en entidades donde la desigualdad y el rezago social están más presentes.
En 2015, Querétaro ocupa la posición 32 del ranking nacional con 14.9% de muertes maternas por cada 100 mil nacimientos; al interior del país, las entidades que reportaron la mayor cantidad de muertes maternas, son Chiapas (68.5%) y Nayarit (66.9%), siendo las únicas con más de 65 muertes por cada 100 mil nacimientos. En contraparte, Quintana Roo (20.7%) y Tlaxcala (20.1%) tienen la menor razón de muertes maternas, aunque la entidad que lidera es Querétaro.
La institución informó también que para 2014, la tasa de fecundidad más alta se observa en el grupo de mujeres de 20 a 24 años de edad, con 117 hijos por cada mil mujeres y que en 2015, de las mujeres de 12 años y más con al menos un hijo nacido vivo, 25.9% ejercen su maternidad sin pareja; de ellas, 18.3% estuvieron alguna vez unidas; mientras que 7.6% son madres solteras.
En 2014, egresan de un hospital 425 de cada 100 mil mujeres embarazadas de 20 a 24 años por hipertensión gestacional y 219 por preeclampsia. Por diabetes gestacional egresan 123 de cada 100 mil mujeres de 30 a 34 años.
En Querétaro, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre de 2016 la tasa de participación económica de mujeres de 15 años y más con al menos un hijo nacido vivo es de 36.4 por ciento.
En la información sociodemográfica distribuida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía se reconoce que la fecundidad es uno de los eventos demográficos que inciden en la estructura y composición de la población y las mujeres por su condición biológica, son el centro de atención para la medición de este tema.
Los niveles de fecundidad en el país han mantenido un descenso constante desde finales de la década de 1960, momento en el que se registraba su máximo histórico con valores por encima de los siete hijos por mujer, para posteriormente descender a partir del cambio en las políticas de población y del impulso de los programas de planificación familiar que reorientaron las pautas reproductivas de la población.En Querétaro, de acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014, la tasa global de fecundidad es de 2.23 hijos por mujer para el quinquenio 2009 a 2013.
El nivel de fecundidad de la población, es un fenómeno asociado a las características socioeconómicas. La edad, escolaridad y condición de actividad económica, entre otros aspectos, influyen en su tendencia y estructura.
Los resultados de la Encuesta Intercensal 2015, muestran que la tasa de fecundidad más alta es en el grupo de las mujeres de 20 a 29 años de edad, con 117 hijos por cada mil mujeres para el año 2014. En las adolescentes de 15 a 19 años, se observa una tasa de 51 por cada mil mujeres. Los nacimientos en el grupo de 30 34 años tienen un peso relativo alto (88 por cada mil mujeres), este peso se reduce conforme aumenta la edad.
La Organización de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales han fomentado el empoderamiento económico de las mujeres, ya que “contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo”.2 Una mayor escolaridad permite a las mujeres, entre otras cosas, acceder a mejores oportunidades económicas, tener una mayor autonomía, capacidad de decisión y modificación de sus expectativas de vida, incluyendo sus pautas reproductivas.
El análisis de la tasa global de fecundidad por nivel de escolaridad muestra, que a mayor nivel de escolaridad es menor la fecundidad. De acuerdo con la información de la Encuesta Intercensal 2015, el promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres sin escolaridad es de 6.28 hijos por mujer y para aquellas con estudios de preparatoria o superiores el promedio se reduce a 1.22 hijos por mujer.
Al igual que la escolaridad, la participación económica de la población femenina y su nivel de fecundidad son factores que están altamente relacionados. Las mujeres con hijos, que se insertan en el mercado laboral tienen que combinar la crianza de los hijos y los quehaceres domésticos con sus actividades laborales.La complejidad que implica est combinación puede ser un factor para que las mujeres decidan postergar el momento de convertirse en madres o ampliar el espaciamiento entre sus hijos.
De acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, el promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres económicamente activas en el estado de Querétaro, es de 1.73 hijos por mujer, es decir, casi un hijo menos respecto a las mujeres que no están incorporadas en el mercado laboral (cuyo promedio es de 2.44 hijos por mujer).
Además de las variables sociodemográficas, el comportamiento de los niveles de fecundidad se asocia con un importante número de variables denominadas intermedias que influyen de mayor o menor manera en los niveles de fecundidad observados. Este es el caso de la edad a la primera unión, debido a que la probabilidad de embarazo es mayor en mujeres unidas y existe una relación directa entre la unión y el nacimiento del primer hijo.
Estudios acerca de los patrones de la nupcialidad indican que en el estado se está produciendo un retraso gradual en la edad a la primera unión. En poco más de dos décadas, es decir entre 1992 y 2014, el promedio de edad a la primera unión de las mujeres en edad fértil pasó de 20 a 21 años.
Así como la edad a la primera unión, la edad a la que las mujeres inician su actividad sexual, ha registrado cambios graduales. Prueba de ello es que para los años 2006 y 2009, la edad media a la primera relación sexual de las mujeres en edad fértil, fue a los 19 años, mientras que, en 2014, disminuyó a 18 años.En Querétaro, la práctica anticonceptiva es uno de los factores que incide en el comportamiento y niveles de fecundidad y esta se sujeta al conocimiento de la existencia y forma de uso de los métodos, así como a la disponibilidad de los mismos.4 Los resultados de la ENADID 1997, muestran que 97% de las mujeres en edad fértil conocían al menos un método anticonceptivo, mientras que para la ENADID 2014, esta condición está presente en 98.8% de las mujeres en edad fértil, lo que representa un aumento de 1.8 puntos, porcentuales.
Cabe mencionar que el notable descenso de la fecundidad no habría sido posible de no haberse producido un cambio en las preferencias e ideales reproductivos de las parejas queretanas. Esto se observa en el promedio ideal de hijos en las últimas décadas, ya que en 1997 el promedio ideal de hijos de las mujeres en edad fértil fue de 3.1 hijos; para el 2009 de 2.8 hijos; mientras que para el 2014 fue de 2.6 hijos como su ideal.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN