Cada género musical es producto de su tiempo. Así explica Aurelio Olvera Montaño el surgimiento y preferencia por el reguetón en la actual sociedad, violenta. Es la cultura que se va generando en el tiempo, como ocurrió con la música clásica, el romanticismo y el nacionalismo.
Los cambios se reflejan en la historia del arte y muy especialmente en la música y la danza, ilustra el jefe de la Banda del Estado, la única aceptable, fundador de la Estudiantina de la UAQ, ex director de Bellas Artes y ex presidente del Patronato de las Fiestas de Navidad.
A sus 84 años, Aurelio
es parte del paisaje y de la memoria de numerosas generaciones de niños, jóvenes y adultos a quienes acercó a la magia del pentagrama con la misma devoción con que él aprendió del padre Cirilo Conejo, don Julián Zúñiga, el profesor Eduardo Loarca y Ezequiel Martínez, el maestro Picón y Antonio Hernández, entre otros ya desaparecidos.
De eso y más habla en esta entrevista realizada en etapas, durante varios encuentros en el Centro Histórico, primero en un restaurante del andador 16 de septiembre, luego en los cafés de nuestra Plaza de Armas y finalmente ante un piano del festival Insitu-piano, frente a La Casa de Ecala.
Queretano de tiempo completo, soltero empedernido, casado con la música, rechaza ser el artista más reconocido y querido del estado.
-¡Jo! No, no para nada. Querido, a lo mejor ¿Verdad?, pero reconocido, no. Hay muchos, hay muchos, a los que yo con gusto les cedo el honor, porque mis respetos, han sido perseverantes.
APOYAR MÁS LA CULTURA
Sobre el ambiente cultural queretano admite “que está en un momento difícil pero bueno. Siempre los momentos que se viven son de acuerdo a la intensidad con que se va incrementando el arte”. Y es que, reflexiona, entre más son los que dedican al arte, lógico se requieren más espacios, apoyos, para poderse desarrollar. Esas son las situaciones que viven muchos pintores, músicos y personas en general que se dedican al arte. Algunos tienen la solvencia para poderse abrir paso solos, pero otros no, requieren del apoyo y el apoyo institucional a veces no alcanza para todos, ¿verdad?
Por eso considera importante que se incrementen los presupuestos para que haya más gente que pueda disfrutar de lo que es el fruto de su trabajo, porque -dicen- un buen pintor realmente solito se coloca y coloca sus obras, si es un pintor pues se le quedan sus cuadros, pero en la música, en la danza, se requiere ver y oír, no es fácil, es más difícil.
¿Qué dirías que te falta? se le pregunta. ¿Algún sueño, algún propósito, alguna aspiración que todavía no has podido cumplir?
Sereno responde:
-Pues, ahorita únicamente siento que mi vida está a próxima a cumplir su ciclo y la verdad que lo que me gustaría sería irme en paz y que las cosas vayan mejorando y lo poquito que hicimos, prevalezca, para decir si valió la pena o no valió la pena.
Es entonces que recuerda el camino que recorrieron sus maestros y antiguos compañeros de la Estudiantina que fue una familia tan musical con los hermanos Muñoz Gutiérrez y Miguel Epardo.
Entonces, agrega, hay muchos elementos que hay que reconocer. Yo siempre viviré agradecido con mi hermano Luis y mi hermana Socorro, con la que vivo, pero mi hermano Luis me ayudó mucho para poder compaginar el trabajo en el cual los dos nos involucramos, como directores de la banda, como directores en el Patronato de Fiestas de Querétaro, y que la verdad si no hubiera sido por él pues me hubiera costado mucho trabajo ¿No?, no me alcanzaba el tiempo.
Igualmente evocaron mucha afecto y cariño a los Cómicos de la Lengua, a los hermanos Rabell, a su papá sobre todo, don Francisco y los fundadores, Manuel Lozada, Federico su hermano, las hermanas Cepeda, Carmelita y Cristina. Hay muchos, pero los que más fueron perseverantes. Los hermanos Servín, Roberto y Juan, ya murió Juan, Roberto sigue, fuimos compañeros desde la primaria, secundaria, en la Universidad y cómicos, en La Estudiantina y el Patronato.
TESTIGO DE CAMBIOS
Con ese bagage, Aurelio, que lo ha visto y oído todo desde los 10 años cuando comenzó a estudiar música, opina sobre la actual. Hay que reconocer que quieras o no son el producto del tiempo que te está tocando vivir con todos los cambios y vicisitudes que hay en la vida normal de la gente, también se manifiesta en el arte, en la pintura no se diga, en la danza.
Pero el reggaetón ¿Lo oyes?, ¿Qué te causa?, ¿Qué te provoca?
– No, casi no lo oigo.
¿Es producto del tiempo contemporáneo y de una sociedad quizá violenta?
-Cada quien tiene sus propios gustos y hay que respetarlos, como dice el dicho, en cuestión de gustos se rompen géneros, lógico. Entonces hay que entender nuestro tiempo viendo la expresión del arte, pero no olvidar lo que nos dejaron los antepasados, eso es básico para ubicarnos en la realidad, porque si únicamente nos dejamos llevar de todo lo contemporáneo, por eso estamos como estamos.
Lo dice quien ha actuado ante presidentes. tocó en el Vaticano ante el Papa Juan Pablo II y se echó “un palomazo” en el órgano tubular de cuatro teclados de la Catedral de Salamanca, España, al lado de Miguel Pardo y su violín, y aquí en incontables tardes de toros y conciertos en el Jardín Zenea.
-A mí me da mucho gusto que los años que llevamos en Querétaro tocando en el Zenea siempre hemos procurado tocar una primera parte de música selecta propia para banda, una banda sinfónica y actualmente nos cuesta mucho trabajo porque va más gente por ver bailar, escucha la música, claro, pero va a ver bailar las diferentes formas de música de baile de salón, desde el vals, pasodoble, cha cha cha, mambo y el gustado danzón.
MIRAR HACIA ARRIBA
Y volviendo a lo del reguetón, el ilustre Aurelio, que no se acepta como ilustre, pide tener memoria y valorar lo que hicieron los demás. “Yo me acuerdo que el maestro Eduardo Loarca era genial para sus expresiones y siempre se manifestaba en contra de los cambios que iban surgiendo, decía; “No sean cabezas de puerco, ¿Por qué les digo cabezas de puerco?, porque nada más ven hacia abajo, vean hacia arriba para que se superen”.
Hay que mirar hacia arriba.
-Hay que mirar hacia arriba, sí y sobre todo no perder la memoria de los que nos dejaron, los que anteriores en nuestro medio, ya sea en el arte, en la política, en el magisterio, donde quiera, ha habido gente muy valiosa, grandes arquitectos, grandes escultores, y ahí queda su obra, olvidada, pero vamos surgiendo de lo bueno, van surgiendo nuevos valores, buenos principios y también aportando lo bueno que pueden ellos aportar.
¿Estás dedicado a la banda de música solamente?, ¿Es todo tu trabajo a o qué otra cosa?
-Ahorita atiendo invitaciones que me hacen en lo personal para acompañar, boda, sobre todo, funerales.
De amigos, cada vez más frecuente ¿Verdad?
-Cada vez más frecuentes. Sí, que difícil darles adiós, pero así es la vida y más en este tiempo, se ha incrementado.
SIEMPRE SERÁN BELLAS ARTES
Igual le preguntamos por el cambio de nombre a la Facultad de Bellas Artes de la UAQ, que dirigió y a la que le suprimieron la palabra Bellas.
-¡No! Seguirán siendo bellas, de acuerdo con lo que cada quien le ponga para que lo haga bello, ¿Verdad?
¿Y Querétaro muy cambiado?, Aurelio.
-El Querétaro que conocimos y que apreciamos en su etapa romántica, se ha ido diluyendo, pero conserva un estilo propio del tiempo que estamos viviendo y debemos sentirnos orgullosos de haber compartido diferentes tiempos, diferentes espacios. Pero sí, los que nos acostumbramos a vivir el Querétaro antiguo, no lo cambiamos.
Ya el Querétaro tranquilo, provinciano, ya cambió.
-Ya cambió.
Pero hay que conservar lo que se pueda ¿No?
-Claro, se conserva lo que se tiene y lo que sobre todo la gente que ha venido aquí a Querétaro a vivir sepa que Querétaro tiene tradición, tiene cultura, tiene gente buena y que no traten de cambiarnos, sino que se hagan como los que son los queretanos, mexicanos, pero con un corazón muy grande por defender a Querétaro.