Red Bull usó a Sergio Pérez como conejillo de Indias en Silverstone.
Para el mexicano era una misión casi imposible remontar hasta la zona de puntos al comenzar en el pitlane, por cambio de unidad de potencia y otros elementos, así que fue el indicado para experimentar diferentes estrategias.
“Ha sido un fin de semana horrible para Checo, nos arriesgamos con las intermedias pero no dio resultado, la pista estaba demasiado seca.
“O ganas mucho o pierdes mucho y desafortunadamente él pierde mucho hasta ese punto, pero el ritmo hoy no estaba del todo bien”, aseguró Christian Horner, jefe de la escudería de las bebidas energéticas.
Antes de que llegara la lluvia intensa, a Checo le colocaron los neumáticos intermedios para asfalto mojado, pero no había agua suficiente para hacer funcionar las ruedas.
Cuando regresaron a las ruedas lisas para seco, ya era tarde para intentar escalar posiciones con el rendimiento del RB20.
“Muy desafortunado. Desde la posición en la que estábamos teníamos que apostar, simplemente intentamos hacerlo lo mejor posible”, reconoció Pérez.
Para la mala suerte de Checo, ahora es sexto en el Campeonato de Pilotos con 118 puntos y está a 6 de cazar a Oscar Piastri, de McLaren.