Karla Verastegui
Fue en el majestuoso Antiguo Real Colegio de Santa Rosa de Viterbo; hoy convertido en la sede de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro y el Centro de las Artes de Querétaro (CEART) lugar donde se veneran, protegen y difunden todas las expresiones artísticas.
Ahí donde el arte se valora más que el tiempo, que nos adentramos a disfrutar de lo que nos ofrecía la acertada segunda edición de la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales de Querétaro (FILMAQ2024). Y donde la Secretaria de Cultura del estado de Querétaro, la Arq. Marcela Herbert Pesquera tuvo la perfecta y bien lograda participación de tener entre los múltiples e importantes invitados a esta fiesta de la lectura, los libros y los comics, al gran maestro conocido como “Catón”.
Recorrimos sus hermosas columnas de anchos muros, atravesamos su patio principal y subimos a la segunda planta donde ya se encontraba una enorme fila para ingresar al Auditorio Francisco Muñoz, recinto donde se presentaría el libro más reciente del periodista y escritor Armando Fuentes Aguirre “Catón”, titulado “México en mi”.
El evento dio inicio puntualmente al momento en que el Sol se encontraba en el punto más alto. En un escenario sencillo, con el libro “México en mi” expuesto sobre una pequeña mesa y al fondo una joven intérprete de lenguas de señas. Cuando el cronista de la Ciudad de Saltillo, Coahuila vestido elegantemente todo de negro con pantalón y guayabera, subió al escenario y de pie y con micrófono en mano comenzó hablando de su niñez en el rancho ancestral de su familia, quienes comenzaban el día con una taza de café serrano.
Una bebida caliente, amarga, fuerte y espeso. Cualidades que con las primeras letras de esas cuatro palabras se forma su nombre… Café. El cual era servido por su prima Martha, una mujer de genio e ingenio.
Martha una mañana cuando iba a servir una taza de café a un visitante, este le tomo del brazo comentándole que no ingería dicha bebida caliente, a lo que ella pregunto. ¿Y entonces como te desapendejas?
Anécdota simpática, con lo que de alguna manera advirtió que esta mañana antes de dirigirse al CEART no había tomado ninguna taza de café. Así rompió el hielo con los asistentes, que entre risas y aplausos le dieron su aceptación para esperar cualquier tipo de comentarios, anécdotas o palabras “altisonantes” que llegaran a presentarse en la charla.
Y fue así que el admirado “Catón” nos llevó a un recorrido por su vida personal como cuando y como conoció y le pidió matrimonio a su esposa la Sra. María de la Luz (q.e.p.d), hablo sobre el dolor que le causo su trascendencia a otra vida y cuestiono a Dios por su partida, preguntando porque el Señor se la llevo cuando no la necesitaba y él hasta el día de hoy todavía la necesita. Hablo sobre su decisión de dedicarse al periodismo. Entre estos episodios de su vida con una narrativa perfecta, un su característico humor, con sus nostalgias compartidas, con las que sus oyentes también se identifican, sus envidiables anécdotas, sus más significativos recuerdos y sus viajes de norte a sur por nuestro gran país… México, nos habló de sus paisajes, sus diversidad de palabras y significados, de su música, su gastronomía, sus mercados, de sus encuentros y desencuentros, del sentir y del conocimiento adquirido en su transitar por territorio azteca.
A lo largo de poco más de 50 minutos, llevo a los presentes no solo a su mundo, si no que también transporto a los asistentes a un cumulo de sensaciones y sentimientos, provocando lágrimas, risas y aplausos, Regalándonos una charla emotiva, divertida y sobre todo reflexiva.
Al término fue ovacionado de pie. Acto que emociono al escritor y se dispuso a bajar del escenario para saludar a todo aquel que quisiera extenderle la mano.
Posteriormente en el pasillo afuera del Auditorio se repitió la enorme hilera de seguidores que deseaban su firma en los ejemplares de “México en mí” adquiridos en el mismo recinto y la toma de fotografías para recordar el momento. Le llenaron de elogios y regalos como dulces, artesanías e incluso un hermoso dibujo de un joven artista, quizás queretano. Obsequio que le emociono y agradeció con enorme sonrisa. Por más de una hora recibió, saludos y atendió hasta el último de sus lectores.
Al finalizar, el escritor de más de 18 obras publicadas, columnista en más de ciento cincuenta periódicos del país, cronista, locutor, abogado de profesión, maestro en Lengua y Literatura, así como maestro en Pedagogía y Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Recibió única y exclusivamente al periódico de Querétaro Plaza de Armas. Para entablar una íntima platica sobre su vida, pensamientos, su Fe y sus pasiones.
Fue en una hermosa oficina, a puerta de cerrada donde amablemente y de manera íntima sostuvimos una charla sobre su vida sus anécdotas, pasiones e incluso nos revela uno de sus íntimos secretos.
KV: ¿Cómo ha logrado entrelazar su vida, sus anécdotas e incluso la literatura para que los lectores se interesen en sus letras?
CATÓN: Es mi tarea de todos los días, lo hago con un gran gusto. Y les agradezco a mis cuatro lectores que tomen en cuenta lo que escribo. Para mí es un privilegio comunicarme con ellos a través de la palabra hablada o a través de la palabra escrita. Como es un privilegio estar charlando ahora contigo, para ustedes.
KV: Ud. nos comentó que por Azar se convirtió en periodista y después en escritor. ¿Cómo nos podremos dar cuenta cuando el azar nos dé la oportunidad de elegir y saber que estamos tomando la decisión correcta, como le sucedió a Ud.?
CATÓN: Efectivamente así fue. Nunca nos daremos cuenta si no hasta después. Después nos daremos cuenta de lo que nos sucedió. No fue a obra de nuestra voluntad. Sí no, para el creyente de una voluntad superior; que fue voluntad de nuestro creador o para el que no cree, que es igualmente respetable. Eso es fruto de la vida. Quizás de una sabia impensable de azares.
Pero nuestra vida se va con eso. Y al final hacemos una recapitulación y nos damos cuenta de lo que hubo en nuestras vidas. Que nosotros forjamos y de lo que hubo; que otros u otro, forjaron para nosotros.
KV: Usted ha permitido que su vida sea pública, con pasajes y anécdotas que nos reflejan a un hombre feliz, inteligente y culto y al que usted mismo se sea a declarado como el hombre más millonario del mundo.
Sin embargo ¿Hay algo de Armando Fuentes Aguirre “Catón” que no esté plasmado en las letras y que este guardando para Ud.?
CATÓN: Hay un bello poema de un escritor saltillense de nombre José García Rodríguez y ese poema lo dedica al escritorio de su padre. Y dice que lo que más le llamaba la atención de este escritorio era una gaveta, un cajón que siempre estaba cerrado y luego dice…
“La muerte me hizo dueño del vetusto escritorio. / En las varias fortunas del vivir ilusorio, / sabiéndolas, de todas algo siempre guardó. / Y en la hora presente, igual que en la pasada, / es, como entonces era, la gaveta cerrada / el inviolado abrigo de un secreto dolor».
Todos llevamos en nuestra alma o en nuestro corazón una pequeña o grande gaveta cerrada que a nadie abrimos. En ocasiones ni siquiera a la persona más amada, ni siquiera a la persona que tenemos más cerca. Y que guardamos para nosotros, como un íntimo secreto.
Tal es el nombre de una bella pieza musical… “Todos en una que otra forma llevamos un íntimo secreto”.
KV: Maestro, Ud., a lo largo de su importante carrera ha logrado ser una persona, un escritor y un periodista conocido y también reconocido. ¿Ya se encuentra satisfecho con lo logrado?
CATÓN: Me siento satisfecho con la vida, me siento satisfecho con quien me la dio; con el misterio que me puso en este mundo y al que nadie acabara nunca de descifrar. Pero me siento más agradecido con el prójimo.
Conmigo nunca estaré satisfecho, porque me conozco y se de mis limitaciones, se de mis grandes fallas que he tenido, sé que no he dado todo lo que yo debería de dar. Y entonces llevó quizás; en esa gaveta cerrada esa secreta insatisfacción. Pero al lado de ello, millares de satisfacciones que me brindan mis lectores. Como acaba de suceder aquí en Querétaro. Un público amable, generoso, gentil y luego una larguísima fila de personas esperando a que y les firmara su libro. Algunos llevaban hasta 5 o 6 libros para su firma. Y eso para cualquier autor, cualquier escritor es motivo de agradecimiento. Yo vivo perpetuamente agradecido con Dios primero porque creo en él, y con el prójimo que es el representante de Dios aquí en la tierra.
KV: Maestro, nos compartió ese sentimiento de alegría y emoción, cuando fue publicado por primera vez en el periódico. ¿Al día de hoy continúa sintiendo la misma pasión y la misma emoción de aquella primera publicación?
CATÓN: ¡Desde luego que sí! Esa pasión, a diferencia desgraciadamente de otras, nunca se acaba Y el ser escritor es para toda la vida. Dios me concediera el privilegio de terminar mi vida frente a mi teclado de escribir.
KV: Maestro, siempre se ha declarado un amante de la tauromaquia. ¿La fiesta brava, ha influido en su vida?
CATÓN: Yo Me aficione a los toros desde niño. Mi padre era un devoto taurino. Soy villa melón, enamorado de la fiesta y pienso que si desaparecen las corridas de toros; desaparecerán uno de los más bellos ejemplares de animales que hay en la naturaleza… ¡El toro de lidia! Para que el toro viva, tiene que morir. Ese es el fin de su naturaleza. Y si desaparece la fiesta brava, con ella desaparecerá ese hermosísimo y majestuoso animal.
KV: ¿Quién ha sido para Ud. el mejor matador de toros?
CATÓN: Fermín Espinosa Saucedo, mi paisano. “Maestro de Saltillo” se le llamó. Quizás el más inteligente que ha conocido la fiesta de los toros.
KV: En la época que nos tocó vivir, Ud. y a mí, hemos atestiguado muchos cambios como por ejemplo la tecnología, la sociedad, las costumbres o la política. ¿Cuál ha sido el cambio más fuerte o que ha marcado a Catón?
CATÓN: Yo pienso que este cambio de país. Yo viví en un México tranquilo. Ciertamente lleno de gravísimos defectos, pero que no se concentraban en unas cuantas personas.
Los malos políticos, digamos. Ahora el mal se ha extendido y abarca todas la capas de la sociedad y ha llegado a lastimar a los más fuertes. Ese es el cambio que más he notado, que más me ha dolido.
KV: Hablando de su más reciente obra literaria titulada “México en mi” ¿Qué representa México en su corazón?
CATÓN: Uno de los amores más grandes ciertamente. José Emilio Pacheco tiene un bellísimo poema donde dice “No amo a la patria, pero amo al pueblo donde nací, amo al paisaje he visto; amo la comida que he disfrutado”. Y en última instancia, esa es la patria.
Ese es el amor que sentimos, el amor de todos los días, el amor de lo nuestro, el amor de los nuestros. Entonces a la patria la llevamos dentro y ni siquiera necesitamos proclamar nuestro amor por ella. Porque la sentimos.
Aquí en Querétaro se compuso una de las más bellas canciones mexicanas. Donde se expresa con mayor sentimiento el amor por el terruño. Aquí en la Alameda de Querétaro se compuso la bellísima “Canción mixteca” de José López Alanís.
“Qué lejos estoy del cielo donde he nacido//
Inmensa nostalgia invade mi pensamiento//
Al verme tan solo y triste, cual hoja al viento//
Quisiera llorar, quisiera morir//
De sentimiento”.
Ese sentimiento de hondo amor, de honda nostalgia. Es el verdadero patriotismo. Que no necesita decirse, que necesita sentirse.
KV: Señor orgullosa de usted y de compartir la tierra donde nacimos. ¿Saltillo, que es para Catón?
CATÓN: Bueno desde luego es mi lugar nativo. Es el sitio donde vi la luz primera y espero, llegar a ver la luz final. Y empezar a ver la luz que no se extingue nunca. Y es la Ciudad donde nació la amada eterna, mi esposa. Es la Ciudad donde mis hijos nacieron y es la Ciudad que me ha llenado de hermosas gentilezas.
Casi igual como me han llenado de gentilezas todas las ciudades de México. Como esta de ustedes ahora.
KV: Agradecida con Ud., con su conocimiento y su tiempo. Para despedirnos. ¿Cuál es su pensar y sentir sobre Querétaro?
CATÓN: Querétaro que me ha brindado no solo su paisaje urbano, tan hermoso, tan señorial, tan noble. Una herencia colonial magnifica, una tradición hermosa y una historia profunda. Si no que también, nos brindan los dones de su gastronomía y sobre todo su hospitalidad y la calidad humana de su gente.
Agradezco que me haya hecho el favor de recoger mis palabras y espero que nos encontremos otra vez para seguir nuestra plática.
Y con un cálido abrazo y la promesa de continuar una charla sobre México, Saltillo, Querétaro y algunas otras pasiones y coincidencias. Agradecí por esta breve conversación con el escritor, el periodista, el hombre y el sabio… Armando Fuentes Aguirre “Catón”.
Sin duda alguna continuare siendo una de sus cuatro fieles lectores.