La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) quiere celebrar su aniversario número 78 con miras a la modernización y con el compromiso de atraer el interés de las nuevas generaciones.
Desde 1946, la asociación tiene como propósito fundamental la difusión, la investigación, la preservación, el desarrollo y la defensa del cine mexicano.
Por eso, dijo su actual presidente, el cineasta Armando Casas, este año la comunidad fílmica se encuentra lista para discutir el uso de las nuevas tecnologías en la pantalla grande, entre ellas la Inteligencia Artificial (IA).
“Tenemos un cine bastante sano en general y por consiguiente su Academia debe serlo. Está sobre la mesa de discusión el tema de la Inteligencia Artificial. Este año se presentó un corto hecho en su totalidad con IA, no quedó nominado, pero fue interesante que se pusiera a nuestra consideración así.
“Este evento nos permitió ver que tenemos que abordar de frente el tema, como lo están haciendo en otros lados”, reconoció Casas en entrevista.
HAY CALIDAD
La parte más visible del organismo desde su creación ha sido, sin duda, el premio Ariel, que reconoce al cine mexicano.
Tales galardones, que se entregan desde 1947, han ido a dar a manos de personalidades de la época de oro como Pedro Infante, Emilio “Indio” Fernández, María Félix y muchos más.
En la primera entrega, La Barraca, dirigida por Roberto Gavaldón, fue la más galardonada, llevándose 10 premios, mientras que Las Abandonadas del “Indio” Fernández le dio a Dolores del Río la estatuilla a Mejor Actriz.
Ha sido, en años recientes, símbolo de resistencia artística y de la masificación de las producciones que se hacen el País, así como testigo de la llegada y consolidación de la Nueva Ola de cineastas.
“Este año fue muy notorio que el volumen de películas que están concursando es grande y que son interesantes y de calidad. Por lo menos 15 podrían ser consideradas a premios principales. Las que vemos nominadas en el grupo de quintetas es porque ya no se permiten más.