El fin del Gobierno lopezobradorista supone el fin del autoexilio de Ricardo Anaya.
El descalabro electoral del PAN, el 2 de junio, no afectó al queretano y, favorecido en la lista plurinominal con el tercer escalón, el ex candidato presidencial amarró un lugar en el Senado.
Desde EU, Anaya ha entrado en contacto con cuadros panistas para reafirmar su intención de ocupar su escaño, aunque aún no revela el día exacto de su retorno.
La nueva Legislatura arrancará sus trabajos el 1 de septiembre, pero diputados y senadores rendirán protesta el 29 de agosto. Fuentes legislativas explicaron que el ex dirigente panista podría presentarse después sin que corra el riesgo de perder su escaño, que le dará fuero.
Anaya, según colaboradores suyos, no enfrenta ninguna orden de aprehensión en su contra, derivada de la acusación de la FGR de que recibió un soborno por 6.6 millones de pesos de la trama de Odebrecht. El panista ha negado las imputaciones y ha señalado que sufría una venganza personal de AMLO.
‘Prófugo’
A principios de 2022, parlamentarios de Morena en el Sendo exhibían carteles con la fotografía de Anaya y la leyenda “Se busca ex candidato a la Presidencia por el PAN prófugo de la justicia”.
El calvario de Anaya comenzó en agosto de 2020, cuando su nombre salió a relucir en la trama de los sobornos de Odebrecht y del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, quien lo acusó de recibir un supuesto soborno de seis millones de pesos para que el PAN respaldara la reforma energética que promovía el entonces Presidente Enrique Peña Nieto.
Anaya mismo había pasado por un incómodo trance después de que Andrés Manuel López Obrador arrasara con más de 30 millones de votos en las elecciones presidenciales de 2018. De hecho, se apartó de la escena pública durante dos años y, cuando se insinuaba la elección intermedia de 2021, reapareció con la intención de buscar una curul.
“Perder una elección fue un trago amargo, pero también fue oportunidad para madurar y poner a prueba mi carácter. Al final la vida es eso: caer y levantarse. Sé que cometí muchos errores en la campaña, pero también tengo la convicción de que puse todo mi corazón y mi esfuerzo”, aseguró el 21 de septiembre de 2020 con un comunicado.
Anaya fue profeta: ese mismo día dijo que, “siendo muy realista”, debía esperar a que el Gobierno intensificara “los ataques” en su contra, “tal y como lo hizo el Gobierno anterior”.
Los nubarrones que había presagiado no tardaron mucho. El 23 de agosto de 2021 anunciaba que abandonaría México después de que recibiera un citatorio de la FGR, alentado, acusó, por una venganza personal de López Obrador.
“Me exilio para poder seguir luchando”, comunicó Anaya, aunque ya se había instalado con su familia tiempo atrás.
El Instituto Nacional de Migración informó que el queretano había salido desde el 5 de julio vía el Aeropuerto Internacional de Reynosa, Tamaulipas.
En noviembre de 2020, Froylán Gracia Galicia, entonces coordinador ejecutivo de la Dirección de Pemex con Lozoya, había rendido un testimonio ante la FGR con el que quedaba de manifiesto que Anaya supuestamente habría abogado en distintas etapas por adjudicaciones de contratos.
“Me quieren desprestigiar a la mala, pero se van a quedar con las ganas”, advirtió el queretano en su cuenta de Twitter.
En agosto de 2021, la FGR había acusado a Ricardo de recibir sobornos cuando era diputado federal por al menos 6.8 millones de pesos; la acusación también comprendía lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa. Él mismo informó que podría purgar una pena de 30 años de cárcel.
De hecho, tres días después, difundió un video para informar a la opinión pública que le había llegado un citatorio para que compareciera el jueves 26.
“No habían pasado ni 24 horas de que les dije que López Obrador me quería meter a la cárcel, cuando trajeron este papel a mi casa: es un citatorio (y) lo que dice en resumen es que la Fiscalía de López Obrador quiere que me presente este jueves a una audiencia. (…) Menos mal que no hay persecución política y que no es tu fuerte la venganza Andrés Manuel… Si no, imagínate”, ironizó.
Sin impedimentos
El 17 de abril del año en curso, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que Anaya no tenía impedimento alguno para ser candidato (y, por lo tanto, para acceder al cargo de senador).
Tal y como quedó consignado en la sentencia, desde el 25 de marzo la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE remitió un oficio del Fiscal Especial en Materia de Delitos Electorales de la FGR “por el que informa que no existe alguna orden de aprehensión en contra del candidato denunciado”.
Morena, con base en la sentencia, había controvertido “el registro del candidato a senador por el principio de representación proporcional, postulado en el lugar tres de la lista única nacional del Partido Acción Nacional.
“Al ser un hecho público y notorio que su calidad actual es de prófugo de la justicia”.
La Sala Superior, en consecuencia, resolvió confirmar “el acuerdo controvertido, en lo que es materia de impugnación, porque el partido Morena no acredita que el candidato denunciado se encuentre suspendido en el ejercicio de sus derechos de participación política, esto es: 1) La existencia de una orden de aprehensión, sin que haya prescrito la acción penal, y 2) Que el candidato denunciado se encuentre prófugo, al sustraerse de la justicia a fin de evitar ser sujeto a proceso penal”.
En el PAN dijeron desconocer cuándo y cómo regresará a México su ex dirigente nacional y ex candidato presidencial.