Los siguientes párrafos han sido extraídos de dos discursos separados entre sí por un sexenio.
Si usted es un avispado lector de nuestra realidad política y tiene memoria suficiente, podrá distinguir a quien le pertenece cada uno de los fragmentos.
Uno de los discursos usados para este ejercicio fue pronunciado por Andrés Manuel López Obrador al ganar las elecciones del 2018. Otro, fue dicho, con el mismo motivo, por su sucesora, la doctora Claudia Sheinbaum.
¿Puede usted distinguir al autor en cada caso?
“…Así que, aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz y en armonía para seguir construyendo un México justo y más próspero.
“Nuestro gobierno será honesto, sin influyentismo, sin corrupción ni impunidad. Será un gobierno con austeridad republicana, disciplina financiera y fiscal y de autonomía del Banco de México…
“Vamos a seguir haciendo de México cada día un país más justo, democrático, libre y soberano para seguir construyendo la grandeza de nuestra patria. Tenganlo por seguro, estaremos a la altura de nuestra historia y a la altura del generoso y gran pueblo de México.
“No habrá aumentos reales a los combustibles, ni a la electricidad. Mantendremos la obligada división entre el poder económico y el poder político. Siempre defenderemos y trabajaremos por el interés supremo del pueblo de México y de la nación y actuaremos apegados a las leyes y al derecho.
“Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido.
“Habrá libertad empresarial; libertad de expresión, de asociación y de creencias; se garantizarán todas las libertades individuales y sociales, así como los derechos ciudadanos y políticos consagrados en nuestra Constitución.
“Garantizaremos las libertades de expresión, de prensa, de reunión, de concentración y movilización. Somos demócratas y por convicción nunca haríamos un gobierno autoritario ni represor.
“concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia y aunque la mayoría del pueblo respaldó nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingos…
“Respetaremos también, la diversidad política social, cultural y religiosa. La diversidad de género y sexual. Seguiremos luchando siempre contra cualquier forma de discriminación. Respetaremos la libertad empresarial y promoveremos y facilitaremos con honestidad la inversión privada, nacional y extranjera que fomente el bienestar social y el desarrollo regional, garantizando siempre el respeto al medio ambiente.
“Dedicaremos por convicción el presupuesto público para garantizar todos los programas (…) y también todos los programas a los que nos comprometimos. Vamos a ampliar el acceso a los derechos del pueblo de México, a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura. Es decir, a seguir construyendo un verdadero Estado de bienestar.
“Promoveremos la soberanía energética, las energías renovables y el desarrollo científico y tecnológico. Continuaremos con una política exterior basada en nuestros principios constitucionales de no intervención.
“…nuestra política de seguridad y justicia será de atención a las causas y de cero impunidad.
“La corrupción no es un fenómeno cultural sino el resultado de un régimen político en decadencia. Estamos absolutamente seguros de que este mal es la causa principal de la desigualdad social y económica y de la violencia que padecemos. En consecuencia, erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno.
No habrá necesidad de aumentar impuestos en términos reales ni endeudar al país. Tampoco habrá gasolinazos. Bajará el gasto corriente y aumentará la inversión pública para impulsar actividades productivas y crear empleos”.
–Si usted pudo identificar quien dijo qué, lo felicito. Tiene usted gran memoria, especialmente en estas últimas líneas.
“…Tiempos propicios para escapismos, disidencias y explicables inconformidades; para incomprensión y disolución…
“Los medrosos querrán replegarse; los ambiciosos, violentos y egoístas, explotar a cualquier costo; los profetas del Apocalipsis predicar la nada, los demagogos desajustar la innata sensatez política de nuestro pueblo…
“…Tiempos también para rescatar lo esencial, lo que nos caracteriza e identifica, lo que nos permitirá progresar y no regresar… ¡Ah!, no. Este fue JoLoPo…