En el actual Gobierno federal, los ingresos tributarios de México crecieron pero muy ligeramente.
Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) representarán 14.6 por ciento este año, 1.6 puntos porcentuales más que en 2018, último año del sexenio pasado.
Esto es resultado, en parte, a que en el actual sexenio no se llevó a cabo ninguna reforma fiscal y los esfuerzos se enfocaron, en buena medida, en fiscalizar a los grandes contribuyentes, comentó Roberto Colín, integrante de la Comisión Técnica Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
“Una reforma seguramente sí hubiera ayudado más a elevar los ingresos, pero este sexenio también tuvo dos grandes crisis, una fue la pandemia de Covid-19 y otra fue la guerra entre Rusia y Ucrania, que de alguna manera son factores externos que afectaron la economía nacional.
“De alguna manera al no haber movimiento económico, eso incidió en el pago de impuestos, evidentemente con una reforma fiscal sí se busca empatar ingresos al alza, pero en una dinámica económica normal y bajo lo que vivimos con las crisis, quizás no hubiera ayudado tanto”, comentó.
Además, el Gobierno federal tampoco quería asumir el costo político que habría tenido una reforma fiscal, acotó.
Sin embargo, lo que sí hizo fue “apretar” a los grandes contribuyentes a través de una mayor fiscalización con el uso de tecnología, lo que le ha dado buenos resultados, dijo.
En contraste, a principios del sexenio de Enrique Peña Nieto sí se llevó a cabo una reforma fiscal, que contempló cambios como eliminación del Régimen de Consolidación Fiscal que permitía diferir el pago de impuestos.
Además, a partir de 2014, como medida acordada en el sexenio de Felipe Calderón, las deducciones personales se toparon, con miras a incrementar la recaudación.
Recordó que estas medidas se tomaron de un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que se emitían recomendaciones en materia tributaria.
Pero el Gobierno federal actual descartó una reforma fiscal.
Colín recordó que aunque hubo un avance en los ingresos tributarios como porcentaje del PIB, México está dentro de los países de la OCDE con el más bajo nivel de recaudación, lejos del promedio de América Latina y el Caribe que es de 21.5 por ciento, de acuerdo el documento “Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2024”, con datos de 2022 y publicado este mes por la Organización.
También está lejos del promedio de la OCDE de 34 por ciento.
Colín consideró que México necesita una reforma fiscal, pero no se espera en 2025.